gamescom 2013 – Un primer vistazo a la exclusiva aventura para PS4 Everybody’s Gone to the Rapture

Dan Pinchbeck y Jessica Curry, codirectores de The Chinese Room.

¡Hola! Somos Dan y Jessica, codirectores de The Chinese Room. Nuestras oficinas están en Brighton, en la costa sur del Reino Unido. El año pasado creamos un juego para PC llamado Dear Esther, un título de exploración y misterio en primera persona centrado principalmente en la trama. Nos esforzamos por conseguir un juego absorbente y emotivo más que en ofrecer mecánicas complejas; su ritmo era pausado y poético, y pusimos un especial énfasis en la calidad de la producción: música, arte, texto, doblaje…
Fue uno de los éxitos de ventas entre los títulos independientes en 2012, se hizo con numerosos galardones internacionales y vendió más de 750.000 copias. Después de eso, pensábamos: ‘¿qué podemos hacer a continuación?’
Everybody’s Gone to the Rapture, nuestro nuevo juego, es un intento de responder a esa pregunta, y queremos contaros algo sobre él.

Al igual que Dear Esther, el nuevo juego está centrado en la trama. Emplea una mecánica muy sencilla (exploración básica del mundo en primera persona), por lo que cualquiera lo encontrará muy fácil de manejar, aunque no sea un jugador experto. Pero no se trata de un juego casual en el sentido típico de la palabra: es absorbente y tiene una gran profundidad.
Gira en torno al fin del mundo. Te metes en la piel de un científico atrapado en el mismo instante del apocalipsis; en el juego debes descubrir qué ha ocurrido. Para ello tienes que explorar el mundo en un gran entorno abierto e interactuar con los objetos, los lugares y las personas que encuentres para arrojar luz sobre la historia y recomponerla de forma gradual.
También hay un aspecto tremendamente atractivo que hace que el juego sea realmente distinto, y que convierte el proceso de explorar la historia en algo que solo es posible hacer en un juego, pero por ahora no vamos a desvelarlo. Lo anunciaremos a su debido momento; por ahora es algo que nos tiene realmente emocionados, ¡estamos deseando contarlo!

Cuando comenzamos a trabajar en Everybody’s Gone to the Rapture, sabíamos que queríamos crear un juego para sistemas de entretenimiento doméstico. También sabíamos que Sony se había decidido a apostar por trabajos realmente independientes y experimentales, y pensamos que sus ideas estarían en consonancia con lo que estábamos haciendo. En una maniobra totalmente optimista y arriesgada, desechamos cualquier plan B, creamos una versión prototipo y nos pusimos en contacto con Sony Santa Monica. Acababan de lanzar Journey y Unfinished Swan, y creímos que nuestro título tenía mucho en común con estos dos en lo relativo a ideas de trama, mecánicas y experiencia de juego.
¿Qué se puede esperar? Bueno, estamos en posición de asegurar que Everybody’s Gone to the Rapture será un título potente e intenso, muy absorbente, y que estará absolutamente centrado en un viaje emocional por el mundo. Se trata de un juego no lineal, con un entorno adaptable, en el que vives tu historia, una experiencia auténticamente individual que se aleja de la trama encarrilada de tantos otros juegos del estilo para que disfrutes de una experiencia en la que puedes influir de forma tangible.

Contamos con un grupo de desarrolladores increíble, la mayoría de los cuales viene de crear grandes títulos y de trabajar en algunos de los mejores juegos que han salido del Reino Unido en los últimos años. Como jefes del estudio, es muy motivador dirigir un equipo de tanto talento y experiencia y, sobre todo, nos da una gran confianza y nos refuerza en nuestro deseo de ofreceros un gran juego.
Durante las próximas semanas os los presentaremos en el blog del estudio, www.thechineseroom.co.uk/blog, a medida que nos sumerjamos totalmente en la producción; también compartiremos con vosotros más información sobre el juego a medida que se desarrollen los acontecimientos. Por ahora solo queremos saludar y haceros partícipes de la increíble emoción que nos embarga por estar aquí con vosotros. Va a ser muy divertido.