Codemasters vuelve a traernos la mejor simulación bélica con Operation Flashpoint: Red River, la segunda entrega que PS3 recibe de esta popular saga predilecta para todos aquellos jugadores que prefieren la guerra con táctica por encima de las otras opciones más arcade que pueblan el mercado.
En este Red River tomarás el control de una escuadra en la que nos acompaña un fusilero, un granadero, un batidor y un fusilero automático. A todos ellos deberemos dirigirlos con sabiduría para explotar bien sus habilidades y poder completar así las diez misiones que pueblan el modo campaña. Como es habitual tenemos a nuestra disposición multitud de órdenes que podremos dar a nuestros hombres de una manera rápida e intuitiva mediante un menú radial desplegable en tiempo real que nos facilitará la tarea junto a una digna inteligencia artificial que situará a tus compañeros en las posiciones que más se puedan ajustar a tus necesidades.
La gracia de jugar con Operation Flashpoint: Red River es, como ya sabrán todos los conocedores de la saga, la sensación imperante de formar parte de una guerra auténtica con todo lo bueno y lo malo que esto acarrea. Esto quiere decir que, aquí, las espectaculares escenas propias de los FPS convencionales a las que estamos acostumbrados no son para nada un ingrediente básico, y quiere decir también que en cuanto asomes la cabeza y una bala impacte en ella estas muerto; ¡así de simple! Los enemigos ni siquiera están señalados con cursor alguno, por lo tanto tendrás que agudizar el ingenio como nunca y ser un gran estratega. Dar las ordenes precisas a tu equipo y avanzar con cautela es fundamental.
Naturalmente, donde este concepto de juego brilla con luz propia es en el modo cooperativo, ya que jugar con otras personas hace mucho mas sencillo poner las tácticas en marcha y, además, nos permite superar la barrera idiomática. Y no es porque el juego esté completo en inglés, sino porque aún habiendo subtítulos en nuestra lengua, la ausencia de doblaje nos obliga a leer todo el rato, cosa que ningún soldado se pondría hacer en medio de una batalla. Además la lógica mayor comprensión de un compañero humano sobre uno controlado por la CPU será (o al menos debería) ser mayor, y si no, ¡pues que narices! Al menos será más divertido.
Por lo demás, Operation Flashpoint: Red River se muestra solvente en puntos que siempre interesan como el del apartado gráfico, mostrando unos modelados y un diseño de entornos (por otra parte amplísimos) de buen nivel y con muchas virtudes sonoras. Naturalmente no es ese juego que va a ponerte los ojos como platos desde un televisor de 42″, pero ni su naturaleza ni sus intenciones son esas. En su lugar, Red River te permite una vez más ir a la guerra. Pero a la guerra de verdad, de aquella a la que no querrías ir.
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