La aventura de Aggro Crab ya está disponible con sus singulares caparazones defensivos, magia Umami y estética divertida.
La desarrolladora FromSoftware inventó un género nuevo cuando sacó Demon’s Souls para PlayStation 3 en 2009. Así nació el género soulslike, que inspiró a empresas de videojuegos de todo el mundo con sus mecánicas de riesgo y recompensa, combate estratégico cuerpo a cuerpo y un mundo diseñado de manera interconectada.
Aggro Crab es una de esas empresas. Hace poco probé su juego Another’s Crab Treasure, que marca un rumbo distinto para el género. El juego de PS5, que salió el 25 de abril, evita los reinos sombríos y en ruinas y, en cambio, apuesta por tierras submarinas coloridas. En vez del lore lúgubre habitual, presenta un humor juguetón que rebosa de referencias a los juegos soulslike y derivados. Aunque en esencia se juega como los soulslike, introduce mecánicas diferentes, como caparazones equipables con propiedades distintas.
Una ambientación atípica para un soulslike
Por fuera podría parecer que el soulslike de Aggro Crab es una aventura sencillita y simpática basada en una serie de dibujos animados, pero, tras la fachada, nos encontramos con el dominio de los botones y el combate que bien conocen los fans de los RPG de acción en tercera persona de FromSoftware.
El juego empieza con el cangrejo protagonista, Krill, al que desahucian de su concha por no haber pagado los impuestos. Al quedarse desnudo y vulnerable, se aventura en las profundidades del océano para hablar con la matriarca local y recuperar su hogar.
La colorida aventura de Aggro Crab viene cargada de ironía en todo momento. Por ejemplo, los puntos de experiencia se representan con microplásticos, que son devastadores para el medioambiente. El poder mágico se manifiesta como el místico «Umami». El fondo arenoso del océano está lleno de basura, en la que se incluyen chistes cortos muy graciosos que os sacarán más de una carcajada (como el que sale en el palito de helado usado de la imagen superior). Uno de los detalles que más me gustó fue que hubiera un guardia de un castillo que sujeta una pajita y un vaso de plástico como si fuera una espada colosal. El sentido de humor de Aggro Crab y la estética colorida del juego se contraponen de manera divertida al habitual tono melancólico de los soulslike.
Caparazones a montones para acabar con los enemigos
Como bien es sabido, lo que a la gente le gusta de los soulslike es el combate, y Aggro Crab le es fiel al género al tiempo que incorpora algunos giros. Los movimientos de Krill incluyen ataques ligeros y pesados que se controlan con los botones R1 y R2 respectivamente. Con el botón círculo se corre, con el cuadrado se lanza magia Umami y con L1 se bloquean ataques con el caparazón improvisado de turno. Será fundamental que fijéis el objetivo en los enemigos, como los cangrejos agresivos, para estudiar sus movimientos, bloquearlos y esquivarlos hasta tener la oportunidad perfecta para atacar. Al presionar R1, cargaréis contra el enemigo hasta quedaros a gusto y, muchas veces, al derrotarlos, a estos se los llevará la corriente del océano.
El caparazón de Krill es otro elemento clave que distingue Another Crab’s Treasure de los demás soulslike. Como sugiere el nombre del título (que en inglés viene siendo un juego de palabras sobre el refrán de «lo que uno desecha, a otro aprovecha»), Krill busca casas temporales mientras intenta recuperar su concha original. Los caparazones que va encontrando varían desde latas de refresco y tapones de botella a cáscaras de plátano, gorritos de fiesta… De todo. Cada uno de los «caparazones» hace las veces de escudo y ofrece mejoras de estadísticas concretas, como de ataque, Umami o defensa, incrementando ciertos elementos a cambio de reducir otros.
Algunos enemigos son más vulnerables que otros a la magia Umami, por lo que valeros de las habilidades mágicas de los caparazones es fundamental. Concretamente, me encantaron el ataque de burbujas cuerpo a cuerpo de la lata de refresco y el campo eléctrico de la lata de hojalata. No obstante, los caparazones duran solo un tiempo limitado, así que os tocará estaros atentos en todo momento para dar con la próxima casucha defensiva de Krill. Al principio no sabía qué pensar del límite de durabilidad, pero al final agradecí que me obligaran a probar la infinidad de caparazones disponibles.
Diversión en plataforma 3D
En muchos juegos soulslike los jugadores tienen que tener los pies en el suelo en todo momento, otro elemento en el que Another Crab’s Treasure vuelve a ir contra la corriente. Con el botón X se salta y, al mantenerlo pulsado, Krill se deslizará nadando de una manera adorable. Estas ingeniosas opciones de movimiento encajan a la perfección con la divertida estética clásica de juego de plataforma en 3D. Puede que en una ubicación, detrás de unas botellas de vidrio rotas se esconda un camino que dé lugar a un desafío sencillo estilo plataforma. Y, en otro lugar, a lo mejor se anima a los jugadores a que escalen hasta una posición estratégica desde la cual deslizarse hasta un objeto coleccionable lejano.
En un momento dado, Krill descubre un gancho que añade una nueva dimensión vertical a la mezcla. Entonces, si pulsáis el botón L2 mientras saltáis, el tiempo se ralentizará y Krill podrá engancharse a cosas concretas, como anzuelos y redes escalables. Estas opciones de desplazamiento animan a los jugadores a examinar los entornos coloridos con detenimiento para buscar tesoros ocultos (una vez os hayáis encargado de los enemigos). Como el ritmo es fundamental en los juegos soulslike, me gustó tener las secciones tipo plataforma para disfrutar de un cambio después de los duros combates.
Un guiño de complicidad a los fans de los soulslike
Another Crab’s Treasure me recuerda al músico y figura emblemática estadounidense Weird Al Yankovic, ya que es una parodia humorística de un tema muy conocido al tiempo que nos divierte más allá de sacarnos algunas risitas superficiales. Por ejemplo, mi primer encuentro con un jefe me hizo mucha gracia, ya que, de una colina, salió bajando una criatura marina parecida a un caballero montado sobre un caballo que cargó contra mientras su nombre y barra de salud llenaban la parte superior de la pantalla. Cuando hube terminado de reírme, me tocó prepararme para una pelea realmente difícil, aunque satisfactoria a la vez.
Por lo que vi mientras probaba el juego, el homenaje a los soulslike es incluso más profundo que sus referencias graciosas y su peculiar estilo a lo dibujos animados que, junto con las mecánicas de ir cambiando de caparazón, refresca la fórmula. Zambullíos en el mundo de Another Crab’s Treasure, ya disponible para PS5 a partir del 25 de abril.
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