Probamos lo nuevo de Platonic Games y te contamos lo mucho que nos ha gustado su fórmula.
Si una compañía nos trajo magia y diversión plataformera de calidad en los 90, esa fue Rare. Creadora de grandes clásicos del género que todo buen viejuno ha degustado, la compañía británica no cuenta ya en su plantilla con los buques insignia de aquellos proyectos, pero por suerte para nosotros, el mítico Chris Sutherland fundó en 2015 Platonic Games (junto a otros veteranos de Rare) para continuar ese legado en la generación actual.
¡Y vaya si lo están haciendo! El año pasado ya pudimos disfrutar de la divertidísima aventura 3D que supuso Yooka-Laylee y en esta ocasión el singular dúo regresa con un juego completamente nuevo; uno que apuesta más por el desarrollo lateral y la estética bidimensional. Hablamos de esta maravilla llamada Yooka-Laylee and the Impossible Lair.
Pero, ¿por qué decimos ‘maravilla’? ¿Es por pura nostalgia o por ideas preconcebidas en torno a los nombres que están detrás? Nada más lejos. Decimos ‘maravilla’ porque tras probar el código que nos han pasado nuestros amigos de BadLand Publishing, hemos podido degustar un juego que ha sabido combinar magistralmente conceptos de diversas sagas, unirlos a unos personajes carismáticos y cocinarlo todo con una estética y unos gráficos de esos hipercoloridos y contrastados que tanto nos gustan. Pero hablemos tranquilamente de esos conceptos porque queremos explicarlos unos por uno.
En primer lugar, la mazmorra que da nombre al juego: The Impossible Lair. Se trata de una fase casi imposible (como no podía ser de otra forma) y del desafío final del juego… o inicial, porque uno de los principales atractivos de este título es que podemos acceder a ella desde el comienzo e intentar superarla tantas veces como queramos. ¿El problema? pues que aunque completar el juego nada más empezar es posible, requiere de unas dosis de habilidad rematadamente altas, así que será mejor optar por el plan B, que no es otro que completar las diversas fases del juego (40 en total) para hacer a Yooka y Laylee más resistentes y poder enfrentarnos a la mazmorra imposible con garantías.
Ya solo esto nos parece una idea genial y entronca muy bien con lo que los usuarios pedimos a los videojuegos hoy día en 2019: libertad. Muchos juegos intentan hacer gala de ella a base de mapas enormes y una multitud inabarcable de caminos que tomar, pero al final son estas pequeñas decisiones las que nos dan esa sensación tan reconfortante de estar haciendo lo que el desarrollador tenía en mente, pero de la manera en que lo tenemos nosotros. Nos encanta eso de poder intentar completar la mazmorra cuando nos da la gana para ver si somos capaces de hacerlo en momentos diversos de la partida porque es un reto capaz de atraparnos por dos motivos: por intentar lograrlo, y por el de seguir jugando para ‘intentar intentar lograrlo’.
Yooka-Laylee and The Impossible Lair también bebe de diversas fuentes en lo relativo a la jugabilidad, que constituye, sin lugar a dudas, otro de sus puntos fuertes. Un personaje, en este caso Yooka, ejerce de protagonista, mientras que un compañero funciona como apoyo muy en la línea de otros famosos dúos de la compañía. Cuando recibamos un golpe, perderemos a Laylee (aunque podremos recuperarla mientras vuela por la pantalla), lo cual nos dejará sin las habilidades que ambos realizan conjuntamente, como el salto con caída o la posibilidad de planear ligeramente.
Esto se complementa perfectamente con la mecánica de las fases, todas ellas orientadas a sacar el máximo partido a nuestras habilidades de rodar y saltar para que podamos recorrerlas con un ritmo muy ágil sin sacrificar por ello su bien medida curva de dificultad. Este es para nosotros otro de los puntos fuertes del juego, y es que cuando se realiza un plataformas, es importante que los niveles cuadren con las habilidades de los personajes, y en eso Yooka-Laylee and The Impossible Lair se merece nuestra enhorabuena.
Y no queremos cerrar esta reseña sin hablar del mapa que conecta las fases entre sí y que supone otro divertido juego en sí mismo. Se trata de un mundo razonablemente amplio con puzles para llegar a zonas nuevas, objetos que descubrir, personajes con los que hablar e incluso peajes que pagar. Parece una tontería esto último, pero el necesitar las monedas que hay repartidas por los niveles para poder pasar supone un gran aliciente para volver a jugarlos y redoblar la duración (y diversión) del juego.
Y si quieres saber aún más del juego, te remitimos a la emisión de Zona Play del jueves pasado, nuestro magazine en Twitch, en el que Bruno Sol nos habló de primera mano de este juego en la última parte del programa.
Ver ZONA PLAY #2: YOOKA-LAYLEE desde PlayStationES en www.twitch.tv
Yooka-Laylee and The Impossible Lair nos encanta y estamos seguros de que a vosotros os ocurrirá lo mismo. Su precio en PS Store no da lugar alguno a la excusa: solo 29,99 €. ¡Imprescindible!
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