Vivimos la experiencia de ser piloto en el evento celebrado junto a Carlos Sainz.
Con motivo del reciente anuncio de Carlos Sainz como imagen y padrino de Gran Turismo Sport en España, tuvimos la oportunidad de asistir al evento para medios celebrado en el Reebok Sports Club La Finca, un perfecto escenario para proclamar este gran fichaje. Además de poder probar las bondades de la última entrega de la popular franquicia de PlayStation, el centro supuso una oportunidad genial de experimentar de primera mano cómo es la preparación física a la que se somete un piloto profesional como Carlos para conseguir el máximo rendimiento en las competiciones más exigentes.
Desde el primer momento que fuimos recibidos a las puertas de este vanguardista gimnasio, las cosas se pusieron serias. Dos imponentes superdeportivos flanqueaban la entrada: un Mercedes-AMG GT Roadster y un Nissan 370 Z Coupe Nismo, ambos luciendo distintivos de Gran Turismo Sport en laterales y frontal, presagiando lo que aguardaba en el interior de la sala. Allí dentro nos esperaba el futuro piloto de Renault F1, Carlos Sainz, quien se mostró entusiasmado de entrar a formar parte de la familia PlayStation, una marca con la que ha crecido desde pequeño.
El enfoque en la competición del nuevo Gran Turismo Sport es una de las facetas que más llama la atención del joven madrileño, con el primer campeonato online oficial de la FIA que llevará al ganador a la mismísima gala de entrega de trofeos, compartiendo escenario con el ganador del mundial de Fórmula 1 así como del resto de competiciones de renombre dentro del mundo del motor.
Tras las presentaciones de rigor tocaba pasar a la acción. Por delante, nos esperaba una mañana completita a los allí presentes: una batería de pruebas físicas basadas en el preparamiento del propio Carlos para empezar, una prueba cronometrada a Gran Turismo Sport equipados con las PSVR, otra prueba de conducción sin ellas, y de postre, una última prueba para medir los reflejos, otro factor siempre clave en el pilotaje. Y por supuesto, todo ello quedaría medido y registrado, como no podía ser de otra manera: se trataría de una competición en toda regla. ¿El premio? Nada más y nada menos que una PlayStation 4 Edición Limitada Gran Turismo Sport, junto con una copia de la Edición Estándar Plus de Gran Turismo Sport a canjear en el momento de su lanzamiento, el 18 de octubre. ¡Razón más que de sobra para darlo todo!
Entrenando como un piloto
Nada más empezar, nos enfrentamos a lo más duro. La preparación física de un piloto es tan importante como la búsqueda de los mejores reglajes en un circuito o el estudio de la telemetría para conseguir unas décimas aquí y allá. Para Carlos, mantenerse en el más alto nivel de rendimiento desde la salida hasta la bandera a cuadros es crucial. Son factores que pueden decidir una carrera tanto como el resto. Por ello, nos ‘obsequió’ con la oportunidad de vivir en nuestras carnes una pequeña muestra del duro régimen de ejercicio que sigue para poder afrontar cada Gran Premio con garantías.
Trineos cargados de peso que empujar por el suelo, pesadas ruedas de camión que voltear una y otra vez sin descanso, remo en máquina para el acondicionamiento aeróbico y por supuesto, trabajo específico funcional como guinda final, para fortalecer la musculatura abdominal y aguantar las enormes fuerzas G a las que se somete constantemente el piloto dentro del cockpit.
Ni decir tiene que acabamos exhaustos y abrazados al dispensador de agua más cercano. ¿Cómo pilotar con este nivel de desgaste? Eso es exactamente lo que debe afrontar un piloto de competición.
Nuestra primera toma de contacto, Gran Turismo Sport en VR
Recuperado el aliento, era hora de enfundarse las PSVR y sentarnos en uno de los ‘racing pods’ dispuestos para la ocasión. Equipados con el nuevo volante oficial Thrustmaster T-GT, todo estaba listo para asegurar la experiencia de simulación más realista en PS4. Y podemos atestiguar que así lo fue.
Sentados con las PSVR, dentro de un Porsche 911 GT3 RS en plena parrilla de salida del circuito Blue Moon Bay – una nueva incorporación a Gran Turismo – la sensación es increíble. Mirar abajo y verte enfundado en un impecable mono de competición blanco, girar la cabeza y contemplar el circuito a través del habitáculo del coche, todo unido al volante crea una experiencia de inmersión inigualable. Solo escuchábamos el rugido del motor al revolucionarlo, y durante las cuatro vueltas cronometradas de nuestra prueba, el mundo exterior parecía dejar temporalmente de existir. Tan sólo estás tú, un superdeportivo, y un circuito donde exprimirlo al máximo.
El nivel de concentración gracias a este nivel de aislamiento e inmersión es muchísimo mayor, con lo cual puedes disfrutar aún más, si cabe, de la conducción. Tanto es así que esas cuatro vueltas pasaron volando y la prueba había terminado, quedándonos con ganas de dar muchas más. Difícil no salir con una sonrisa de esta nueva experiencia en el universo Gran Turismo.
Poniendo nuestras dotes de conducción a prueba, y nuestros reflejos
La siguiente prueba nos enfrentaba de nuevo a Gran Turismo Sport en todo su esplendor, jugándolo como siempre lo hemos hecho en entregas anteriores. Esto supuso una gran oportunidad de comprobar cómo se comporta el juego tanto en el apartado visual, como en el manejo de los propios vehículos. El circuito británico Brands Hatch sería el escenario elegido para la ocasión, a los mandos de un Renault Megane R.S.
Podemos decir que, desde el primer momento en el que afrontas una curva, te das cuenta de que, tal y como esperabas, no se trata de ningún arcade. La tracción delantera del Megane, unido al peso en su frontal, muestran enseguida su carácter al límite, su comportamiento y su tendencia a subvirar. Esto exige un pilotaje fino y paciente con el gas, que marca inmediatamente la diferencia entre volar por el asfalto o pastar alegremente por las escapatorias y puzolanas que rodean la pista.
En este sentido, Gran Turismo Sport te muestra el esfuerzo y concentración necesarios para pilotar un coche al límite de manera constante, y la necesidad de adoptar las técnicas de conducción adecuadas a cada tipo de bólido, justo como ocurre en la realidad.
Por último, era hora de probar nuestros reflejos ante una máquina con múltiples luces que se iluminaban aleatoriamente. Un mismo sistema que utilizan los pilotos de competición para mantener su capacidad de reacción y coordinación visual y muscular al máximo nivel. Parece fácil, pero no lo es. Basta un momento de fijar la visión en una luz determinada para perder la visión periférica de conjunto y encontrarte persiguiendo luces, comprobando de una en una, de manera muy inefectiva. Otra muestra más de los enormes niveles de concentración y acondicionamiento que deben tener los pilotos para ofrecer el máximo rendimiento en las competiciones más intensas, de principio a fin.
Terminadas finalmente todas las pruebas, llegó el momento de medir resultados y premiar al ganador final de lo que fue, sin duda, una gran experiencia. Tal vez no pudiéramos echarle el guante aún a la preciosa PS4 Edición Limitada Gran Turismo Sport, pero sí descubrir un poco más lo que nos espera cuando el nuevo Gran Turismo Sport llegue a nuestras consolas el 18 de octubre y, al mismo tiempo, probar de primera mano lo que supone prepararse para la más alta competición como lo hacen profesionales de la talla de Carlos Sainz.
Ser, en definitiva, pilotos por un día.
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