Furi muestra a sus temibles jefes en un nuevo tráiler

Emeric Thoa, director creativo de The Game Bakers

Aún recuerdo esa sensación de cuando era niño y jugaba a los videojuegos: la enorme e intensa satisfacción que sentía cuando por fin me pasaba un nivel o vencía a ese jefe que me hizo sufrir durante tanto tiempo. La sensación de aprender cómo superar un desafío usando mi cerebro y mis dedos. Solo entenderlo y hacerlo ya era un premio en sí mismo. Lo recuerdo con juegos como Super Punch-Out!!, con los jefes de Metal Gear Solid y con el combate de God Hand.
Muchos juegos me proporcionaron esa sensación, pero pienso que quizá últimamente los juegos se esfuerzan demasiado para ser accesibles al jugador. Dificultad adaptativa, puntos de control dinámicos, consejos en el juego… Todo se explica y se equilibra para asegurarse de que nadie abandona la experiencia. Con Furi queremos que el jugador sienta una enorme satisfacción al derrotar a un jefe, lo que significa que tendrá que sudar un poco para conseguirlo.

 
El juego está muy inspirado en la forma japonesa de crear juegos: no pretende que su estilo o sus animaciones sean realistas, y además tiene un ritmo frenético que requiere de un montón de coordinación, reflejos y criterio. Al pulsar un botón, el personaje reacciona de inmediato, y eso forma parte de lo que hace que sea «justo». En los juegos modernos muchas veces ocurre que, para hacer que los movimientos sean realistas, tras pulsar un botón el personaje reproduce una animación que queda bien pero se siente pesada y no responde como debería (e incluso a veces va con retardo). Los jugadores se sienten a gusto con los controles receptivos y deberían ser obligatorios en un juego de combate.
La jugabilidad transmite la esencia de la frase «fácil de aprender, difícil de dominar». Hay muy pocos botones que pulsar o habilidades que recordar. Podéis atacar con la espada, disparar con la pistola, esquivar y bloquear; eso es todo. Podéis cargar el ataque de la espada, el disparo de la pistola y el movimiento de esquivar; así, la espada será más potente y aturdirá al enemigo, el disparo lo derribará y el movimiento de esquivar será más largo, pero en cuanto le hayáis pillado el tranquillo a esas cosas, ya podréis jugar a Furi. Es como una guitarra: tiene seis cuerdas, pero es necesario practicar para tocarla correctamente. Y no hay límites a la hora de mejorar: es simple y profundo.

Por lo general, los desafíos se basan en una fórmula simple: recibir un aviso, reaccionar y castigar. Habrá que esquivar un láser, bloquear el ataque de una espada o esperar a que el rival adopte una posición que muestre su punto débil y PUM, castigarlo. En realidad, el punto fuerte del juego proviene de las diferencias entre los jefes.
No se trata de aprender cientos de combos para vencer al siguiente jefe, se trata de cómo ejecutáis unos pocos ataques de manera diferente para derrotar a rivales distintos. Algunos jefes, o «guardianes», se centrarán más en disparar, mientras que otros pondrán a prueba vuestras habilidades con la espada. Algunos enemigos son letales y os derribarán con dos o tres golpes, y en algunas peleas será necesario concentrarse al máximo durante mucho tiempo. Un combate puede durar 10 minutos o una hora y media, dependiendo de cómo juguéis. Y, por supuesto, cada guardián del juego tiene uno o dos trucos especiales, un arma especial y una habilidad que lo hace único.
En este tráiler vamos a mostrar a una de las guardianas más feroces. Es una estratega, una cazadora, una mercenaria a la que le gusta jugar y que no deja nada al azar. Ha planeado el combate y tiene armas que le ayudan a ganar: drones, un rifle de francotirador láser, un camuflaje fantástico e incluso puede controlar cada parte del escenario en el que lucha: es capaz de hacer surgir coberturas y de cerraros el paso si le da gana.

Al principio os cazará, se esconderá en su laberinto y os disparará mientras os mantiene distraídos con sus ciberabejas. Tendréis que encontrarla y atacarle antes de que vuelva a cambiar de posición. Podréis enfrentaros a ella durante un buen rato si sois capaces, pero eso también será entrar en su juego.
Para sacarla de su zona de confort tendréis que seguirla hasta su nido, que está en el centro del laberinto, y tumbarla una o dos veces. Cuando lo hagáis, se enfadará y seguirá disparándoos, así que tendréis que esquivar montones de balas que vienen hacia vosotros a toda velocidad. Finalmente, el último desafío será luchar contra ella cuerpo a cuerpo, ¡pero ahora se ha vuelto invisible! Para vencerla necesitaréis reflejos y concentración.
¡Os recomiendo descansar un poco cuando la hayáis derrotado, porque sé qué guardián viene a continuación!
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