Hacemos una primera incursión en la aventura fantástica para PS VR2 que llegará este año.
Incluso cuando estaban rodeados de no muertos, los creadores de The Walking Dead: Saints & Sinners soñaban con cómo, y dónde más, podrían aplicar la experiencia táctica e inmersiva de su combate para RV. A finales de 2022, nos llegó la respuesta en forma de un tráiler cinemático: las armas de bolsillo se cambiarían por espadas y los combates peligrosos del Nuevo Orleans infestado de Caminantes, por un brutal mundo de fantasía oscura.
La semana pasada nos llegó la primera presentación del gameplay durante el State of Play más reciente. Al anunciarse, los pilares que prometía esta aventura potenciada con Unreal Engine 5 (el combate basado en físicas, el gancho para escalar y agarrar cosas, y las batallas con jefes que serán titanes de dimensiones colosales) estuvieron presentes en los casi dos minutos de grabación de PS VR2.
Hay muchas cosas de ese avance que he visto de primera mano al probar el juego hace poco. Me pasé los algo más de treinta minutos enfrentándome cara a cara con combatientes expertos, descendiendo de ruinas gigantescas y trepando por el torso de un Behemoth [gigante] iracundo y monstruoso con la demo de un trozo del juego que mostraba sus características principales.
Empecé escogiendo equipo que permitiera usar ambas manos y espadas anchas para dos manos, y salí de la prueba sintiéndome como un auténtico guerrero antiguo, pero contento de haberme puesto una camiseta ligera esa mañana y de haber entrenado en el gimnasio las semanas antes.
Pero no temáis, no habrá ejercicio a la fuerza. El estudio tiene planeado incorporar opciones de dificultad que se adapten a todo tipo de jugadores, tanto quienes prefieren la historia y el lore como quienes buscan fantasía encarnada o son fans de los títulos de supervivencia. Sin embargo, incluso en esta prueba, la complejidad del combate es pura maravilla. La base centrada en las físicas del sistema de combate cuerpo a cuerpo requiere que las espadas y escudos se inclinen adecuadamente para atacar las extremidades y parar los golpes, cuchillos y flechas. Hay poco tiempo para hacer un parry, aturdiendo a los enemigos, y evitar los ataques no bloqueables, para los que os vendrá muy bien el movimiento de esquivar.
El estudio aún está desarrollando la retroalimentación háptica para las gafas de PS VR2 y los mandos Sense. Tienen planeado darle un peso distinto a cada arma y que el jugador note los pasos de los Behemoths. Un ejemplo ilustrativo divertido: cuando agotéis la barra de resistencia, las gafas imitarán las palpitaciones de las sienes hasta que se recargue.
Cómo atravesar la defensa de un combatiente dependerá de su arma, así como de la vuestra. Las dagas solo arañarán los escudos de madera, las hachuelas les harán agujeros y, con las espadas anchas de dos manos inclinadas en el ángulo correcto y con la fuerza adecuada, romperéis trozos. Podréis disparar una flecha a un enemigo lejano a la cabeza, o lanzarle un arma de corta distancia, y acercaros para terminar el trabajo. Si apuntáis con precisión, podríais quitarle el casco a un enemigo que lo lleve como parte de su armadura.
El gancho es una herramienta indispensable para los combates. Con él, podréis coger armas lejanas y hacer que un combatiente pierda el equilibrio. Utilizadlo para alejaros del peligro o reposicionaros en el campo de batalla. En una ocasión, atrapé con el gancho el tronco de un árbol que había detrás de un enemigo y en nada hice que chocase contra él. En otra ocasión, lo utilicé para bajar por un saliente deprisa y el gancho me tiró hacia arriba, con lo que hice un arco perfecto con el que me lucí para saltar. Entonces, al tocar el suelo de la zona superior con los pies, apunté y disparé una flecha a un arquero que acechaba cerca.
El combat es intenso en todo momento. No esperéis hordas de enemigos, ya que cada uno de los individuos constituirá una amenaza tangible de por sí de cerca. Todos se equiparán con la misma serie de armas a las que tendréis acceso completo al final y tendrán las mismas habilidades que vosotros. Por lo tanto, la mayoría de combates dependerán del conocimiento del entorno, la estrategia a la hora de posicionaros, las armas que escojáis y la resiliencia de los jugadores.
Hay otra cosa más que añadir a la lista: la fuerza sobrehumana. Para vosotros, al menos, la maldición que ha infectado a gran parte de la población de las Forsaken Lands es de gran ayuda. Se trata de una mejora de duración limitada, pero que se recarga automáticamente, que, al activarse, os permitirá tener más fuerza y derribar puertas, hacer remates brutales y superpotentes, y tirar por los aires a enemigos que podrían haberos matado (o sus restos desmenuzados). Iguala más el combate cuando estéis rodeados de enemigos o os enfrentéis en un duelo a los más difíciles.
El choque entre armas no definirá vuestro viaje entero: el juego recompensa la curiosidad. Explorad vuestros alrededores para coger objetos (con los que se pueden crear pociones curadoras y más artículos en las estaciones de crafteo) y salid de la ruta establecida para descubrir coleccionables. Tocad las marcas en los altares de piedra para guardar vuestro progreso y limpiaros los brazos de la sangre de los caídos (aunque vuestra espada seguirá manchada de lo que hayáis hecho).
Nunca os faltarán armas. La brutal historia de las Forsaken Lands yace en su paisaje. Hay armamentos abandonados a montones. Los esqueletos perforados de quienes una vez los llevaron están esparcidos por el mundo y, a quienes todavía tienen pulso, se los podréis quitar una vez se unan a sus hermanos caídos. Además, podréis envainar cuchillos, escudos y arcos extra para cambiar de estrategia sobre la marcha.
Conseguiréis armas ‘héroe’, que siempre llevaréis encima (que se rematerializarán si os las dejáis en vuestros viajes). Una vez se descubran, con una forja muy útil podréis mejorar vuestro arsenal con distintas propiedades, estadísticas y tipos de daño. También podréis añadir toques cosméticos que ganéis a base de vencer los más duros desafíos que os presenten las Forsaken Lands. Los Behemoths caídos otorgarán mejoras a vuestra fuerza (salud) y resistencia.
Los Behemoths, en plural. Como vimos en el tráiler del State of Play, hay más de uno suelto por ahí. Pero al final de la demo me enfrento a uno solo. Después de que la primera media hora me anunciase su presencia, ya fuera divisándolo como una montaña que se movía a lo lejos o bajando por un valle que se creaba a su paso, me adentré en una tundra devastada por la nieve para un combate que reúne todo lo que había aprendido hasta entonces.
Esquivo pisotones gigantescos y una bola de demolición del tamaño de un edificio que el monstruo balancea impunemente. Lanzo el gancho para que se adhiera a sus pies, cubiertos por una armadura, y se la quito, lo que me lleva varios tirones con ambas manos, y, así, me subo a un costado de la bestia. Trepar por un coloso devastador para llegar hasta un punto débil que se pueda atacar no es nuevo; pero hacerlo en primera persona, sí lo es. Tras haber puesto los pies en tierra firme y haber aturdido al Behemoth temporalmente, me asalta un pelotón de humanoides contra los que combato en las sombras de un brazo del tamaño de un acantilado. Mi memoria muscular no está lo bastante desarrollada para ese momento y al final me abruma todo, incluso tras beber las pociones revitalizantes que llevo en el cinturón. El Behemoth recobra la compostura. Entonces, todo se oscurece mientras un pie gigantesco desciende por una última y letal vez.
Es un final épico para una batalla épica y ya me estoy preparando para una segunda ronda cuando el juego llegue a PS VR2 este otoño. Los desarrolladores de Skydance’s Behemoth han usado lo mejor de lo que han aprendido con sus trabajos anteriores y están decididos a crear algo especial.
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