Definitivamente la cantidad de juegazos que recibimos continuamente para PS3 está fuera de toda mesura. Mientras esperamos la llegada de Dragon’s Dogma, Max Payne 3, Risen 2: Dark Waters y otros tantos que llegarán más adelante, hoy os hablamos de la llegada de Prototype 2, continuación de unos de los sandbox más divertidos que hemos podido jugar en los últimos años.
En esta ocasión el protagonista de la historia será James Heller, un personaje obsesionado con Alex Mercer (a quien controlamos en el juego original) y que por esas cosas del destino ha sido infectado con el virus de este y por tanto sometido a una mutación que le otorgará poderes sobrenaturales. De nuevo una Nueva York dividida en diversos tipos de zonas nos espera. Por un lado las zonas rojas, llenas de mutantes contaminados por el virus Blacklight, por otro zonas verdes, donde mandan los militares del Gentek, y por último las amarillas, que son lugares en cuarentena; y todas ellas por supuesto dan lugar a un mapa enorme que podremos explorar con total libertad.
Y el cambio en Prototype 2 no es únicamente de superhéroe, ya que con él llegan nuevas habilidades y poderes que iremos descubriendo a medida que avanza el juego. Una de ellas, y la resaltamos por las posibilidades que ofrece y lo bestia que resulta, es la posibilidad de agarrar a cualquier personaje del escenario y lanzarlo contra los enemigos. Esto lo podremos hacer gracias a unos tentáculos que también nos permitirán, entre otras cosas, utilizar nuestros rivales a modo de granadas. ¡Y eso no es todo! Además James Heller es capaz de detectar personajes concretos en la ciudad mediante una especie de poder rastreador con el que ninguna víctima se sentirá segura.
Sembrando el caos
Y a la hora de hacer estragos por las calles de Nueva York, Heller no tendrá nada que envidiar a su predecesor. Naturalmente te puedes cargar a quien más rabia te dé, pero es que además el juego nos da la posibilidad de utilizar las armas de los tanques enemigos en nuestro propio beneficio. Es decir, podemos saltar sobre un blindado, arrancar de cuajo su cañón y comenzar a destruir con él todo lo que se nos ponga por delante. También podemos hacer lo mismo con los helicópteros, aunque para ello, eso sí, tendremos primero que provocar un “aterrizaje forzoso” o ponernos a los mandos si queremos. En resumen; más posibilidades que nunca para la destrucción, algo muy bueno teniendo en cuenta que cuando se maneja a un personaje con superpoderes lo que uno más desea siempre es hacer el burro.
Por último también cabe hacer mención especial a la narrativa, mucho más cuidada, más clara y con unos objetivos mejor explicados. De este modo lo que antes era un divertido y abierto juego de acción se convierte ahora en una obra muy completa e inmersiva capaz de atraparnos desde un primer momento. Prototype 2 es todo lo bueno de la primera parte más ese perfeccionamiento que hacía falta en ciertos apartados, lo cual da como resultado un juego redondo al que, más que enumerar virtudes preferimos definir con una sola palabra: diversión.
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