Guía para principiantes sobre vuelos y cómo el estudio ha adaptado este deporte para PS4.
Imagina que ya te has cansado del paracaidismo, te has aburrido del salto BASE y estás más que harto de unos multimillonarios vayan a por ti por mero deporte. Necesitas algo totalmente nuevo para que la adrenalina inunde tu sistema nervioso central. Pues traemos buenas noticias… ¡El salto con traje aéreo es el deporte que andabas buscando!
RUSH VR es la experiencia definitiva de saltos con traje aéreo. Haciendo honor a su nombre, RUSH VR proporciona las vertiginosas emociones del salto con traje aéreo, pero con una probabilidad bastante menor de acabar fatalmente estrellado (me figuro que esto dependerá de dónde te pongas a jugar, claro).
Pero ¿en qué consiste exactamente el salto con traje aéreo? Lo descubrirás cuando te pongas a jugar, pero sigue leyendo si prefieres conocer la historia de esta disparatada afición.
Una breve historia de malas decisiones
Franz Reichelt fue el inventor del salto con traje aéreo. En 1912, probó por primera vez su invento saltando desde la torre Eiffel. Aquel intento fue el último. Descansa en paz, Franz. Algunos insensatos más siguieron los pasos de Reichelt (la mayoría sufriendo el mismo triste destino) y el pasatiempo tocó a su fin. No fue hasta la década de los 90 del siglo XX que tecnología y diseño habían avanzado lo suficiente para hacer viable el salto con traje aéreo, y desde entonces, todo comenzó a despegar de verdad (SÍ, VA CON SEGUNDAS).
Fundamentos básicos de los trajes aéreos
Un traje aéreo es, y prepara tu cerebro para lo que viene, un traje con alas para volar por el aire. ¿Me sigues? Guay.
Más concretamente, es un traje de paracaidismo con tejidos que se extienden desde las muñecas hasta los tobillos y entre las piernas. Estas membranas atrapan el viento al extender las extremidades, convirtiendo así al saltador en una gran ala aerodinámica. Sí, como las ardillas voladoras o los petauros. A pesar de que este diseño de «ala membranosa» no genera suficiente impulso para volar de verdad, sí que aumenta enormemente la «tasa de planeo» del saltador, lo que le permite hacerlo en grandes distancias.
Para que el ala funcione, lo primero que necesita el saltador es velocidad, la cual se suele adquirir al saltar desde un avión o realizando un salto BASE desde una estructura elevada (Descansa En Pizza, Franz). En cuanto se alcanza la velocidad idónea, el saltador puede tomar el control de su movimiento con los brazos (o, como ocurre en Rush VR, también con otras cinco opciones de control, pues no todo el mundo se precipita hacia el suelo a grito pelado de la misma manera).
Sin embargo, hay ocasiones en los que el subidón de adrenalina por ver de cerca a la muerte no basta. Se puede llegar a echar en falta que haya puntos de control, potenciadores de velocidad para los más audaces, modos multijugador, desafíos por puntos y tablas de clasificación. Pero… ¡buenas noticias, amigo!
RUSH VR: más emociones que en una casa encantada sobre una montaña rusa
RUSH VR se ha diseñado para proporcionar la emoción visceral que uno siente cuando desciende por una ladera a velocidad de vértigo. La sensación de velocidad es palpable con las paredes de los cañones peligrosamente cerca en pleno descenso, las salpicaduras de agua y nieve chocando con tu visor y la sobrecogedora caída que ves desde lo alto de una colina con el mundo extendiéndose a tus pies. Pero RUSH VR no solo es un simulador de saltos con traje aéreo. También es un juego de carreras y, como tal, hemos incluido algunos elementos adicionales para aumentar la dosis de diversión.
Más impulso para alcanzar la gloria (incluso contra un árbol)
Rellena el importantísimo medidor de impulso planeando tan cerca como puedas de los muros, el suelo o cualquier otro obstáculo que te encuentres durante el vuelo. Si, esto aumenta enormemente las posibilidades de que acabes estrellándote, pero en una carrera como la que propone RUSH VR, el que arriesga es el que gana.
Admira el paisaje (y, mientras, cuidadín con ese lindo arbolito)
La madre naturaleza es asombrosa y creemos que le hemos hecho justicia con Rush VR. Hemos creado cuatro entornos preciosos para competir. En cada uno hay docenas de rutas distintas, desde nivel principiante a nivel pesadilla, todo bajo un amplio abanico de condiciones climáticas con cambios de luz entre el día y la noche. ¿Quieres competir durante una tormenta de las que hacen época? ¿A través de un cañón mientras el sol del alba lo tiñe todo de un rojo abrasador? Trato hecho.
Un amigo a gran velocidad es una amigo de verdad
Es obvio que los bots pueden llegar a ser los rivales más hábiles, pero no hay victoria mas dulce que la que se le arrebata a un amigo en el último segundo. Asóciate hasta con siete grandes amigos y lanzaos en picado. Comunícate con numerosos gestos manuales, grítales a través del chat de voz y vuela ante ellos para nublarles la visión con tu humo. En definitiva, todo vale en el salto con traje aéreo y en la guerra.
Es física, Jim
Física. ¿Hace falta añadir algo más? Todo el mundo adora la extraña física de VR. Tenemos pistolas nerf, aros de baloncesto, pelotas de playa, remos, incluso puedes tomarte un refresco mientras esperas; todo lo que quieras para matar el tiempo mientras ese amiguito tuyo de las narices elige su traje favorito (y tenemos mogollón). Seguro que al final acabáis lanzándoos dardos nerf sin parar. Llegados a este punto, ya está explicado la mitad del juego.
¿Conclusión?
Ahí la tienes: te damos la bienvenida al mundo salvaje del salto con traje aéreo. Si, tras leer esta guía, acabas interesándote por practicar este deporte en la vida real, te deseamos mucha suerte, audaz descerebrado. El resto de los mortales se podrá quedar disfrutando en las alturas mientras desafía a la muerte entre descargas de adrenalina con RUSH VR. Toda la emoción sin riesgo de lesión. Descárgalo para PSVR y ¡siente el subidón! Rush VR sale a la venta mañana, 4 de diciembre, en Norteamérica y Europa, y en Asia, el 13 de diciembre (24,99 €) con un 20 % de descuento de lanzamiento para miembros de PlayStation Plus durante las dos primeras semanas.
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