A lo largo dos intensas horas de demo compartimos el incierto destino de sus ocho personajes
El efecto mariposa, la teoría que sostiene que el batir de alas de una mariposa puede provocar un tsunami en la otra punta del planeta, estará muy presente en Until Dawn, el terrorífico juego de los británicos Supermassive Games que llegará a PS4 el próximo 26 de agosto. Cualquiera de las decisiones que tomemos, por muy nimia que sea, repercutirá en el destino de sus protagonistas, un grupo de muchachuelos reunidos en un apartado caserón alpino. Hace unos días tuvimos la oportunidad de adentrarnos, durante dos horas, en esta aventura de terror, todo un homenaje al cine slasher (Viernes 13, La Matanza de Texas…), y queremos compartir con vosotros nuestras primeras impresiones. Sin spoilers. No seremos nosotros quienes os arruinen los incontables sustos de esta pesadilla envuelta en nieve.
Lo primero que nos llamó la atención de Until Dawn, más allá incluso de sus espectaculares gráficos (no habíamos visto un modelado y una animación facial tan conseguida desde L.A. Noire), es la construcción de los personajes. El juego se toma su tiempo para ir presentándonos al “reparto” de esta aventura, así como la relación que hay entre ellos. Como si se tratara de una película más del género, cada uno responde a un cliché bastante reconocible: el deportista, el golfo, el pagafantas, la víbora amargada, el que lleva el cartel de “sospechoso” sobre la cabeza desde el primer minuto y la sensata. El juego no los presenta así, sino que vamos descubriéndolo con cada diálogo, con cada mirada, con la manera de relacionarse con el resto de personajes.
Pero ojo, porque tendremos un papel determinante en la manera de actuar de todos ellos, ya que el juego nos irá dando el control sobre cada uno de ellos a medida que avance la historia. Desde el principio da la impresión de que Sam (Hayden Panettiere, la “animadora” de Héroes) será el personaje sobre el que recaerá la mayoría del peso de la trama, pero, como ya hemos dicho, nuestras decisiones cambiarán el devenir del juego, a veces de manera sutil, en otras de forma brutal. En Until Dawn no habrá nadie intocable.
Después de un prólogo realmente impactante (que no os vamos a destripar), los ocho personajes se reúnen en un caserón que, una vez más, abraza todos los clichés del cine de terror: está construido en una montaña sagrada para los nativos americanos donde también se edificó un hotel/manicomio (en serio). Y como guinda, el inmenso sótano de la mansión está repleto de objetos de películas antiguas, ya que los dueños labraron su fortuna en el mundo del cine. Vamos, que la casa pide sangre a gritos.
Como guinda para este macabro y cinéfilo pastel, Supermassive Games ha intercalado planos subjetivos del “asesino” (jadeo incluído) detrás de árboles, esquinas, etc, al más puro estilo Jason Voorhees y algunos sustos que te provocarán más de una carcajada nerviosa (tus reacciones quedarán grabadas para la posteridad si tienes la suerte de jugar con la PlayStation Camera conectada). Si has crecido con esta clase de películas, lo vas a pasar en grande.
Ya sea con un personaje en solitario o en pareja (será el juego quien lo decida) iremos explorando el exterior y el interior de la mansión, encontrando pistas y relacionándonos con el resto de la pandilla. Algo que también dejará huella en el devenir de la historia, ya que parecer demasiado hostiles a determinados personajes (algunos de ellos se lo ganan a pulso) podría ser letal más adelante.
La mecánica de Until Dawn recuerda bastante a las producciones de Quantic Dream (Heavy Rain, Beyond: Dos Almas), por la aparición de los QTE, no solo a la hora de salir por patas cuando nos persiga el asesino, sino durante las conversaciones con otros personajes. Con solo mover el joystick en una dirección u otra elegiremos una frase o una acción y con ello iremos sellando más y más nuestro destino. El proyecto arrancó originalmente para PS3 y PS Move, pero Supermassive Games ha hecho un gran trabajo al dar el salto a PS4, no solo en lo referente a los gráficos, sino respecto la manera en la que han explotado las características del DualShock 4. Por citar dos ejemplos, recurriremos a la superficie táctil para desbloquear los teléfonos móviles y el sensor de movimiento nos obligará a mantenernos quietos en determinadas situaciones.
Los gráficos, sencillamente espectaculares, están creados con el motor de Killzone Shadowfall, y tal y como hemos mencionado antes, alcanzan nuevas cotas en lo referente a las expresiones faciales. De otra manera no se habría amortizado el fichaje de Hayden Panettiere y Peter (Fargo, Armageddon) Stormare. Este último, por cierto, encarna a un inquietante psicoanalista que…bueno, mejor nos callamos.
Apenas fueron dos horas de juego, pero nos dejaron con ganas de más. No solo de proseguir con la historia (tuvimos que dejarlo cuando una ouija entraba en acción…), sino de volver sobre nuestros pasos para tomar decisiones distintas y comprobar hasta qué punto cambia la historia. En poco más de un mes podréis comprobarlo por vosotros mismos. Recordad que podéis reservar el juego desde PS Store y en los puntos de venta habituales. La pesadilla arranca el próximo 26 de agosto, solo en PlayStation 4.
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