
Una enorme cantidad de opciones de combate crean unos enfrentamientos rápidos y fluidos.
Lo que más sorprende de Nioh 3, incluso en comparación con los dos primeros juegos, es la cantidad de opciones que tenemos en los combates. Un gran número de armas, posturas y habilidades para crear una gran selección de ataques veloces y os ayudarán a sobrevivir contra oponentes devastadores y poderosos.
Recientemente, la editora Koei Tecmo me dio la oportunidad de probar Nioh 3 de primera mano y explorar una nueva zona del juego, completa con un par de jefes duros contra los que luchar. S continuación os explico todo con lo que me encontré, lo que vi y contra quienes luché por el camino.
Aventurándonos por una ciudad corrupta y una época nueva
Nioh 3 nos pone en el papel de Tokugawa Takechiyo, que está a punto de convertirse en el siguiente shogun del periodo Sengoku, antes de que su hermano, Tokugawa Kunimatsu, empiece una guerra civil para intentar tomar el control de un ejército de soldados y unos espíritus yokai extraños. Pero Nioh 3 no solo nos lleva a distintas ubicaciones físicas: también viajamos por épocas diferentes mientras exploramos sus amplios niveles de “zonas abiertas”. Mi vistazo tuvo lugar en un Kioto corrupto y ocupado en el periodo Bakumatsu.
Como un montón de cosas en Nioh 3, el enfoque de zonas abiertas para sus niveles es como una expansión natural de las ideas anteriores de la saga. Aún lucharemos con frecuencia y exploraremos a través de caminos que se reencuentran formando un bucle con atajos, pero los niveles son mucho más amplios, con senderos secundarios, zonas ocultas y objetivos adicionales: algunos de los cuales solo son accesibles con una nueva habilidad de salto. Toda esa exploración da opciones a los jugadores; si damos con una pelea que es demasiado dura, podemos intentar ir por otro sitio, y así solemos descubrir oportunidades de potenciar a nuestro personaje y conseguir recompensas adicionales.
Combates fluidos con dos estilos
Con cada juego de Nioh nuevo, la desarrolladora Team Ninja desarrolla una base de acción rápida de combate RPG, pero Nioh 3 convierte una estructura estable de increíbles habilidades de combate en una cantidad de opciones brillantes.
En el centro del combate de Nioh 3 se encuentran el estilo samurái, que vuelve, y el estilo ninja, que es nuevo. El estilo samurái es más robusto y defensivo, mientras que el estilo ninja es rápido y muy ágil. Podemos alternar entre los estilos en un instante con tan solo pulsar R2, usando los puntos fuertes de cada uno dependiendo de la situación. Al hacer el cambio en medio del combate, podemos encadenar ataques y habilidades rápida y fluidamente de ambos estilos. Al ejecutarlos en el momento propicio, os parecerá que sois una bola de demolición habilidosa que golpea al oponente.
Las dos posiciones expanden más aún las habilidades de Nioh de Guardian Spirit, Soul Cores, y un montón de herramientas: la cantidad de opciones que tenemos en los combates casi abruma. Cuando le pillamos el truco a todo, la libertad hace que nos sintamos como unos guerreros ridículamente rápidos y mortales, encadenando todo tipo de ataques juntos en un torrente de espadazos y ráfagas de magia.
Desviar golpes para conseguir ventaja
Mi incorporación favorita para el combate de Nioh 3 es el desvío, una mecánica tipo de contraataque que carga los medidores de Ki y Artes cuando bloqueamos un ataque en el momento justo que nos iba a dar presionando el botón de guardia, L1. El desvío nos permite usar nuestros reflejos rápidos para mantener nuestra agresión incluso contra jefes enormes y enemigos difíciles. Con todas las otras opciones que tenemos disponibles en el combate, es una adición natural que nos recompensa por jugar con habilidad.
Háptica útil
Team Ninja le da una dimensión sensorial añadida al combate con la retroalimentación háptica del mando DualSense, enfatizando muchos de sus elementos. Notaremos los golpes y ataques a medida que los desviemos o ejecutemos, mientras que los gatillos adaptativos canalizan elementos como el preparar una flecha para dispararla. Sin embargo, los desarrolladores han dicho que fueron con cuidado de no pasarse y que la háptica acabara distrayendo, ya que el juego se centra en las reacciones rápidas y las acciones veloces.
Desmontando a Takasugi Shinsaku
La sección del tutorial del vistazo culminó con una lucha contra el jefe samurái Takasugi Shinsaku. Este luchador rápido y ágil fue intercalando entre espadazos potentes y veloces y disparos rápidos con un revólver.
Su espíritu guardián igualaba los disparos con ataques con proyectiles, luchando junto a él durante la batalla.
La clave contra Takasugi es la agilidad, con una velocidad e incesantes ataques de agarre podrían hacer que sea difícil desviar los golpes. Pero una vez lo derroté, nos convertimos en aliados, trabajando juntos para despejar la corrupción de Kioto.
Luchando en el Purgatorio
La segunda mitad del nivel que jugué enfatizó la parte “abierta” del estilo de zonas abiertas. Más caminos me llevaron hasta combates difíciles contra fuertes enemigos formidables, bases enemigas que podía capturar si despejaba la zona, y áreas ocultas con botín adicional.
Mi objetivo era llegar hasta una gran zona céntrica llamada Purgatorio. Se trata de áreas difíciles llenas de yokai fuertes, pero con un giro: cuando nos hieren en el combate, quedaremos afectados por la corrosión de vida, que reduce nuestra salud total. Derrotar enemigos puede disminuir la corrosión, pero mientras luchaba por la zona para llegar hasta su jefe final, tuve que ir luchando con cuidado y gestionar mi salud para asegurarme de que no me abrumaba.
Luchando contra Nuribotoke, un jefe yokai enorme
El punto culminante del Purgatorio fue el combate contra Nuribotoke, una estatua colosal a la que traen a la vida unos tentáculos negros que se van retorciendo. Como en las entregas anteriores de la saga, mientras iba hiriendo al jefe, este se iba transformando periódicamente y adquiría habilidades y patrones de ataque nuevos. En el caso de Nuribotoke, eso significó separar trozos de la estatua de piedra para que los tentáculos pudieran estirarse, expandiendo la gama del jefe y haciéndolo mucho más rápido y peligroso.
Este combate puso de relieve más que nunca como podemos combinar las armas de nuestro arsenal. Me pasé mucho tiempo en la forma de samurái, desviando, ataques y atestando golpes para bajar el ki de Nuribotoke. Cuando podía agotarlo o clavar un contraataque, atacaba al jefe con el estilo ninja para hacerle el mayor daño posible antes de apartarme para evitar los enormes golpes del jefe. Gracias a esta técnica, combinada con las habilidades de espíritu guardián y almas invocadas que encontré por el camino, al final derribé a Nuribotoke y conseguí que el Purgatorio se desvaneciera para siempre.
Nioh 3 os presenta toda una gama de opciones de combate que tener en cuenta y, al principio, puede que sea mucho que gestionar. Pero, para cuando terminé mi prueba de 3 horas, todas esas habilidades se habían unido para hacer que el combate en Nioh 3 fuera rápido, fluido y potente, incluso mientras me enfrentaba a enemigos muy difíciles. Al tener todas esas habilidades, se nos da la oportunidad de crear un estilo de lucha que se adapte a nosotros gracias a la gama de opciones y que nos recompense constantemente por mejorar nuestras habilidades y explorar el mundo abierto para encontrar maneras de perfeccionarlas incluso más.
Podréis ver cómo se complementan los estilos de combate de Nioh 3, las habilidades y las zonas abiertas cuando el juego se lance el 6 de febrero de 2026 en PS5.







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