
Todos los detalles sobre los viajes que hizo el estudio para recopilar referencias con tal de traer Ezo a la vida en la ficción.
La mejor parte de trabajar en Ghost of Tsushima y Ghost of Yōtei ha sido tener la oportunidad de poder viajar a Japón para recopilar referencias. Como estadounidense, mi principal visión del país siempre ha sido a través de las clásicas películas de samuráis. Pero el hecho de ir allí, sentir el viento en la cara, oler los pinares y conocer a los vecinos es sumamente inspirador. Todos los miembros de Sucker Punch que han formado parte de esos viajes han vuelto con una gran pasión por aportar ese sentido de autenticidad a la representación ficticia de dichos sitios. Nos esforzamos por crear un paisaje original que capture la esencia del lugar real, para después liberar a los jugadores allí y permitirles explorar a su antojo, guiándose por su curiosidad.
Pero, sobre todo, los viajes han sido una lección de humildad. Recuerdo claramente estar de pie en una playa de Tsushima, la misma en la que 80 samuráis murieron intentando defender su hogar de una invasión mongola. La gente de ambos bandos de esa guerra era real. Todos los miembros de Sucker Punch queríamos respetar la realidad de la historia de Tsushima, aunque fuésemos a contar una historia ficticia en una versión digital de Tsushima que no era una recreación piedra a piedra de la isla. Sentimos que, al escuchar a nuestros asesores culturales e investigando, podríamos crear una representación respetuosa de lo que hace a Tsushima tan especial. Transmitir la sensación de autenticidad y verosimilitud a nuestra historia ficticia.
Para Ghost of Yōtei hemos hecho lo mismo.
Así que, ¿cómo elegimos la localización para el nuevo juego? Muy sencillo, Hokkaido es increíblemente bonita y en 1603 era la frontera del imperio japonés. Por entonces era conocida como Ezo, una misteriosa isla al norte, escasamente poblada por gente wajin (japoneses) lo suficientemente valiente como para construirse una vida en la fría naturaleza. Esta combinación de belleza y peligro nos llamó la atención. Era el sitio perfecto para contar la historia de Atsu, una guerrera tan motivada por la venganza que los vecinos empezarían a pensar que era un onryō vagando por esas tierras. Si vas a contar una historia de fantasmas, al menos hazlo en un sitio espectacular.

(El equipo de recopilación de referencias de Sucker Punch de izquierda a derecha: Ian Ryan, Jason Connell, Nate Fox, JoAnna Wang, Rob Davis, Ryuhei Katami).
Sucker Punch envió a dos equipos de recopilación de referencias para que ambos explorasen diferentes áreas de Hokkaido. Por suerte, nuestro grupo visitó el parque nacional de Shiretoko. Un lugar que combina fácilmente la belleza natural y la sensación de peligro. Mientras hacíamos senderismo por el parque, observando las maravillosas vistas de las olas del mar chocando contra el imponente acantilado, encontramos varios árboles marcados por osos que se habían afilado las garras. Este bosque era su casa y nosotros solo eramos forasteros. De repente, teníamos que dividir nuestra atención entre observar las preciosas montañas nevadas y bajar la mirada hacia los arbustos cercanos en caso de que hubiese un depredador cerca. ¡Fue una experiencia mágica! La combinación perfecta de belleza y peligro, ese era el sentimiento exacto que queríamos para nuestro juego. Para mí, ese fue el momento en el que supe que Hokkaido era la opción perfecta.

(¿Veis las marcas de garras en el árbol? ¿Acamparíais en ese bosque?).
Mientras viajábamos a otra parte de Hokkaido, nos enseñaron una montaña tan alta que parecía vigilar a todo el mundo en la isla. Como os imaginaréis, era el Monte Yōtei o, como lo llaman los ainu, «la Montaña Femenina». Por supuesto, durante el viaje también estuvimos pensando en nuestro heroína. Escuchar el nombre el nombre Ainu de la montaña la unió aun más a Atsu. Para nosotros, Yotei se convirtió en un símbolo de Hokkaido. Mientras que, para Atsu, es un símbolo de su hogar y de la familia que perdió. El proceso de estar ahí, de hablar sobre el juego con los vecinos y después sintetizar nuevas ideas, es lo que hizo el viaje tan especial.

(Monte Yōtei, tan alto que se cuela entre las nubes).
Aquí están algunas de las fotos que hicimos durante este viaje de investigación:









Como podéis ver, enos inspiró muchísimo la belleza natural de Hokkaido. El paisaje nos habló e hicimos lo posible por capturar su espíritu en nuestra versión ficticia de la isla. Pero eso no es lo único que aprendimos en este viaje. Como estadounidenses, sabíamos los ignorantes que éramos sobre la cultura japonesa. Para solucionar ese problema, nos reunimos con una gran número de expertos y visitamos lugares de especial importancia cultural… pero hablaremos de eso en la próxima entrada del blog.
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