Probamos la versión mejorada del juego de Capcom
Ryan Clements, Social Media Specialist, Sony of America
Cuando DmC: Devil May Cry salió en enero de 2013, Ninja Theory presentó al mundo una nueva interpretación de un (anti)héroe icónico de los videojuegos. Mitad ángel y mitad demonio, el personaje de Dante de DmC no solo luchó contra hordas de demonios, sino también contra la desinformación de una malvada compañía. El rey demonio Mundus ocupó la oficina de un CEO, no un trono oscuro. Era un nuevo mundo y Dante repartió estopa a mansalva.
Ahora el sagaz Dante sigue luchando en DmC: Definitive Edition, que se lanzará en marzo para PS4. Es una versión mejorada del juego original para PS3, con un montón de nuevas características y mejoras que convertirán las hazañas del mata-demonios Dante y sus certeros disparos en algo aún más satisfactorio. Tuve la oportunidad de someter la Definitive Edition a todas las pruebas posibles y de paso evité hacer el ridículo en el Palacio Sangriento.
Para empezar con lo básico: la Definitive Edition corre a 60 frames por segundo con una resolución de 1080p. Esto impulsa la lucha vertiginosa hasta nuevas cimas, mejorando el hábil manejo de la espada de Dante y el siempre cambiante reino de Limbo.
Para aprovechar totalmente las nuevas mejoras en el rendimiento, la versión Definitive Edition también incluye un modo Turbo que incrementa la velocidad del juego un 20 por ciento. Si pensabas que esquivar hordas de perversas abominaciones ya era desafiante y emocionante en la versión original, prepárate.
Los desarrolladores también han incluido un nuevo nivel de dificultad llamado acertadamente “Gods Must Die” (Los Dioses deben morir) en el que todos los enemigos tienen sus Devil Triggers activos cuando brotan. Esta es la forma que tiene el juego de decir “buena suerte, jajaja” y después arrojar a Dante a una enorme batidora infernal. ¿Pero qué sería Devil May Cry sin esos retos desmesurados que mantienen enganchados a los jugadores para recibir una ración extra de castigo?
DmC: Definitive Edition también incluye un modo Hardcore, que devuelve la experiencia de combate tradicional de los juegos anteriores de Devil May Cry. Esto significa: un sistema de puntuación más difícil, un Devil Trigger modificado, y otros cambios para dar a los jugadores que amaron la franquicia original algo más a lo que hincar el diente. La Definitive Edition permite mezclar y agrupar estos distintos modos para dar a los jugadores un grado de control sin precedentes sobre el funcionamiento del juego. Si quieres aumentar la dificultad, enciende el Turbo y el Hardcore, después podrás darte de cabeza contra un muro.
La mayoría de estos nuevos contenidos aparecen en La Caída de Vergil, una campaña que sigue al hermano de Dante tras los sucesos de la historia principal e incluye personajes como el arrogante samurái Nephilim. Como extra, Ninja Theory ha creado el modo Palacio Sangriento que incluye a Vergil en esta edición, lo que supone un espacio nuevo con docenas de oleadas de enemigos a los que enfrentarte y a los que, en resumidas cuentas, hay que eliminar.
Incluso si te has pasado el juego original de DmC, la Definitive Edition te ofrecerá multitud de razones para volver con los puños en alto. Buena suerte con el ranking SSS.
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