Alzamos el vuelo probando Avatar: Frontiers of Pandora

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Alzamos el vuelo probando Avatar: Frontiers of Pandora

Crea tu propio na'vi y lánzate a una aventura de acción en primera persona.

Uno de los mundos más hermosos del cine cobra vida a lo grande en PlayStation 5. Pandora, el espectacular mundo de las películas de Avatar, se convierte en el centro de atención en Avatar: Frontiers of Pandora de Ubisoft, junto con tu propio protagonista na’vi creado por ti. Si te fascinaron los coloridos paisajes expansivos de esta luna lejana en el cine, como a otros tantos millones de personas de todo el mundo, agárrate, porque vas a experimentar de primera mano las maravillas y peligros de este mundo.

Hace poco, tuvimos ocasión de probar Avatar: Frontiers of Pandora, una aventura de acción de mundo abierto en primera persona, y experimentamos un pequeño anticipo de lo que nos tiene reservado.

Vuelve a tus raíces

Como na’vi exprisionero de la RDA, regresas a la Frontera Occidental de Pandora como un extraño para las tribus na’vi de allí. Pero la RDA está destruyendo y explotando estos territorios sagrados, y tú posees un conocimiento privilegiado que podría acabar con ella… si consigues convencer a las tribus para que luchen contra esta fuerza opresora.

La sesión de demostración empezó con una misión sencilla de recuperación: recoger néctar de manglar para el ritual de la reina kinglor. Gracias a ella, aprendemos a recoger materias primas para comer o fabricar cosas. Algunos elementos que se encuentran sobre el terreno se pueden recoger con solo pulsar un botón, mientras que otros requieren más esfuerzo, como usar los joysticks analógicos y la respuesta háptica del mando DualSense para averiguar cuál es el ángulo correcto en el que hay que tirar de una planta para no dañarla. Recoger los elementos con cuidado y en las condiciones adecuadas, como a una hora concreta del día o con un clima específico, determinará su calidad y, por lo tanto, la calidad de lo que hagas con ellos.

Después de conseguir el néctar, regresamos y descubrimos que los kinglor se encontraban en un estado deplorable, sin duda por culpa de la intromisión de la RDA, pero los ancianos de la tribu Aranahe son reticentes a contraatacar y prefieren evitar el combate. Sin embargo, unos cuantos no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados y traman un plan para atacar la base de la RDA desde el aire, lo que, como es lógico, requiere un medio de transporte aéreo.

Avanzar y subir

De manera que, con la ayuda de nuestros acompañantes, buscamos un ikran con el que establecer nuestro propio vínculo afectivo, pero antes tuvimos que hacer los preparativos en el pueblo; crear armas con el botín que trajimos y mejorar habilidades con los puntos que conseguimos en las misiones. Todo esto resultó ser una buena idea, porque teníamos por delante una ascensión importante.

Los lugareños conocían perfectamente la guarida en la montaña del ikran, una criatura voladora parecida a un reptil, pero como éramos un extraño para la tribu, tuvimos que demostrar nuestra valía a nuestros acompañantes y al banshee de montaña con el que queríamos entablar amistad. Por suerte, si para algo están preparados los na’vi es para sacarse las castañas del fuego en estos entornos un tanto duros: mantuvimos pulsado el botón de salto antes de saltar y salimos volando más alto y más lejos, y con un toque rápido del botón otra vez en pleno salto, recibimos un pequeño impulso para cruzar esos saltos al vacío que parecían imposibles de superar. En esas montañas escarpadas también había diversos rompecabezas desperdigados, que requerían que encontráramos y tocáramos plantas de acceso para abrir pasadizos, y también que disparáramos a objetivos para que surgieran enredaderas por las que trepar.

Pero tal vez el mayor desafío fue conseguir que el ikran nos prestara atención. Son muy quisquillosos a la hora de elegir un compañero y más vale que les demuestres de qué pasta estás hecho, aunque tengas que perseguirlos hasta el pico más alto y luego saltar para demostrar que confías en vuestro vínculo.

En el fragor del combate

Tras pasar un tiempo de vinculación afectiva de calidad con nuestro ikran (al que le pusimos el noble nombre de “Floof”), dedicamos un tiempo a Etuwa, la hija del líder del clan aranahe y partidaria de tomar medidas contra la RDA. Ella tiene muchas más ganas de dar guerra al enemigo que su padre y juntos planeamos un ataque aéreo directo. 

Después de localizar y deshabilitar los dispositivos aéreos de interferencias de la RDA (utilizando algunas de sus propias herramientas), volvimos a subir a lomos de nuestro ikran y volamos al puesto avanzado de la RDA para borrarlo directamente del mapa. La operación fue todo un desafío: los jugadores tienen varias estrategias para elegir, como el sigilo para evitar la detección y eludir la seguridad silenciosamente, o bien entrar volando de frente y arco en mano para acertar a todos los objetivos lo más rápido posible. Al final, lo conseguimos con una estrategia que podríamos calificar de híbrida, ya que llamamos la atención de los objetivos sobre una zona y luego nos escabullimos para cumplir el siguiente objetivo. Menos mal que llevábamos encima un poco de comida antes de entrar para mantener altos nuestros niveles de energía (que permiten regenerar la salud), lo cual también tiene el efecto adicional de correr más rápido. 

En cualquier caso, fue una misión peligrosa, con un montón de enemigos fuertemente armados que incluso nuestras mejores armas robadas a la RDA tenían problemas para derribar y, cuando por fin escapamos, suspiramos de alivio… solo para descubrir que Etuwa estaba herida de gravedad. ¿Será este el empujoncito que necesitaban los aranahe para oponer resistencia?

Por la cantidad de misiones secundarias que vimos en la pestaña Misiones (además de por el tamaño del mapa y por todos los marcadores que lo salpicaban), nos quedó claro que todavía había muchísimas cosas por ver que no podíamos explorar plenamente en el tiempo permitido. Basta decir que el territorio salvaje de Pandora ofrecerá muchas aventuras trepidantes e historias a los jugadores que se atrevan a aventurarse en él.

Tu na’vi en evolución

Completar misiones principales y secundarias te proporciona puntos de habilidad que puedes usar para mejorar las habilidades de tu personaje na’vi. Las habilidades se agrupan en árboles que encajan con distintos perfiles, como el de cazador, guerrero, superviviente y fabricante. El árbol de superviviente, por ejemplo, proporciona habilidades que contribuyen al aguante y la resistencia, porque potencian la energía y la resistencia al daño. Puedes dedicarte a un árbol en concreto o repartir los puntos entre varios para tener un personaje más equilibrado. 

Además de los árboles de habilidades, tendrás a tu disposición un sistema de creación de objetos muy completo. Utiliza los materiales que reúnas por el territorio para crear armas especializadas, munición, equipamiento y más cosas; todo adaptado al estilo de juego que prefieras. Gracias a las opciones adicionales de personalización del aspecto de tu personaje, tu aventura por los parajes de Pandora será verdaderamente tuya. 

Avatar: Frontiers of Pandora sale el 7 de diciembre para PlayStation 5.

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