Una casa dividida: la Inquisición en una guerra interna
La Inquisición es la esencia de Salt and Sacrifice (que llegarán a PS5 y PS4 el 10 de mayo). Una antigua y misteriosa orden que ha prestado servicio el reino durante mucho tiempo persiguiendo y purgando de manera implacable toda manifestación de magia: la fuerza que distorsiona la realidad y consume a los necios que la estudian, transformándolos en la encarnación de un caos irrefrenable. Los inquisidores se eligen entre los condenados: se les ofrece la opción de servir a la Inquisición y pagar por sus crímenes. Durante generaciones, los condenados del reino se han sacrificado persiguiendo a los magos.
Pero, como ocurre con cualquier institución histórica, la Inquisición se ha deteriorado con el tiempo y se ha ido fragmentando. Las sectas cismáticas han interpretado distintos objetivos en los antiguos textos de la Inquisición, justificando así el derramamiento de sangre de los inquisidores en nombre de un bien mayor. ¿Por qué un cazador tendría que limitar sus presas?
Me llamo James Silva y soy la mitad del equipo de desarrollo de Salt and Sacrifice. Yo me ocupo de los gráficos, la animación, el diseño de niveles, una buena parte de los aspectos técnicos, el texto y el diseño de sonido (también escribo blogs de PS de vez en cuando). Lo que no hago, o, al menos, no lo hago bien, es el código de red, y ahí es donde entra en juego la otra mitad del equipo de desarrollo, Shane Lynch.
En estos dos últimos años de, probablemente, un trabajo innecesariamente intenso, Shane y yo hemos creado el mundo que es la frontera occidental del Ossenleigh Valley, donde el auge de la magia ha convertido prósperos asentamientos en cenizas humeantes envueltas en un caos anárquico. Gracias a Shane, el reino de Salt and Sacrifice será un lugar de adversarios y aliados, donde se disputarán frenéticas batallas entre inquisidores fieles a sus sectas, si quieres.
Y digo “si quieres” porque sabemos que a muchos jugadores no les interesa lo más mínimo el PvP. Es muy divertido, pero también es cierto que no es para todo el mundo, y lo respetamos. No tendrás que jugar en modo PvP si no quieres, te lo prometo.
El combate jugador contra jugador de Salt and Sacrifice es mucho más dinámico que en Salt and Sanctuary. Hemos añadido la posibilidad de esprintar al atacar. Muchos de esos ataques mandan volando a los enemigos (y la gravedad es, como se suele decir, quien tiene la última palabra). Pero caer en el olvido no es el final: un inquisidor afortunado podrá usar su gancho de agarre para anular una caída, siempre que caiga junto a la cornisa adecuada. Se pueden explorar numerosas artes rúnicas, que son poderosas habilidades situacionales que usa la Inquisición, desde descargas de rayos y enjambres de insectos que te persiguen hasta mejoras elementales y tormentas de espadas espectrales. Intercambiar rápidamente ataques a distancia y bombas alquímicas es muy útil para castigar a los enemigos y, aunque la munición disponible escasea, si tu enemigo se duerme en los laureles, siempre puedes crear más.
La secta de inquisidores más despiadada es la de los Blighttakers: la Alianza del Sudario. Ellos interpretan de manera radical las escrituras de la Inquisición y persiguen sus objetivos matando a otros inquisidores de forma indiscriminada. Los inquisidores deben sufrir, así que es bendecido aquel que consigue infligir el mayor sufrimiento.
Algo menos despiadados son los Blueheart Runners. Estos inquisidores creen que sería una pena desaprovechar las muchas oportunidades que ofrecen sus nuevos asentamientos. Intentan obtener beneficios incluso en las circunstancias más difíciles y se dedican a saquear todos los materiales mágicos de la frontera. Estos invasores destruyen y roban a las criaturas de tu reino contaminadas por la neblina, y hacen que surjan horribles monstruos de las fallas temporales que surgen a su paso. Un buen inquisidor sabe que debe eliminar a los Blueheart Runners que se adentren en su reino.
Si juegas a Salt and Sacrifice en el modo PvP (y esperamos que así sea), disfrutarás de muchas ocasiones para ayudar, hacer sufrir, luchar o vencer a otros inquisidores de maneras horribles y maravillosas. Ya sea con una flecha certera contra un inquisidor combativo, un martillazo en una ciénaga venenosa o un buen remate tras un desvío en el momento oportuno, la victoria en Salt and Sacrifice es algo que vale la pena saborear.
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