The Bad Seed es un DLC con nuevas armas y biomas para Dead Cells, la brutal aventura de Motion Twin

¡Hola a todos! Espero que ya estéis a tope con 2020 y os lo hayáis pasado de lujo durante las fiestas. Aunque ya es un poco tarde para colar esto como mensaje de Navidad, hemos preparado una cosita para amenizaros el comienzo de esta nueva década.

Me refiero a The Bad Seed, un contenido descargable para Dead Cells que llevamos preparando cerca de ocho meses y que ya está listo para llevaros a la tumba cientos de veces. Por supuesto, hemos intentado que sea lo más divertido y justo posible (sobre todo lo primero). También publicaremos la actualización Legacy acompañada de sus mutaciones y objetos de hielo a finales de mes.

Nueva arma a dos manos: la guadaña

Creemos que una de las cosas que más os va a gustar de The Bad Seed es la guadaña, nuestra primera arma a dos manos. Si siempre habéis querido sentiros como la mismísima Parca e ir por ahí segando vidas a diestro y siniestro, esta es vuestra oportunidad. Se trata de un arma pesada que ocupa los dos espacios y que tiene ataques distintos con los botones cuadrado y triángulo. Si hacéis uno detrás de otro, se desencadenará un crítico que hará trizas lo que se os ponga por delante. Lo cual, dicho sea de paso, mola bastante.

Dos nuevos biomas

Los dos nuevos biomas reflejan un tema que nos toca muy de cerca: el impacto que tiene la humanidad en el planeta y sus ecosistemas. Por esa razón, hemos desarrollado el nuevo contenido con un objetivo muy sencillo: recordaros que, por mucho que controléis a un alma inmortal en el cuerpo de un asesino implacable, la naturaleza os va a dar tal paliza que os sentiréis tan indefensos como un bebé recién nacido.

Bromas aparte, nuestra intención era que estas zonas tuvieran un aspecto más orgánico que las del juego principal. Además, nos han dado la posibilidad de crear niveles con una escala nunca vista hasta ahora en Dead Cells. Los veteranos del juego notarán que hay unos árboles grandísimos y combates contra minijefes. También hay unas garrapatas que pondrán en apuros a los jugadores recién llegados.

Si os las apañáis para evitar los placajes de las setas humanoides, los dardos de los escurridizos hombres rana o las emboscadas que tienden los desterrados lanza en mano, es posible que tengáis la suerte de conocer a la figura religiosa maternal que domina esta parte de la isla. No os lo toméis a mal si intenta devoraros; la pobre tuvo una infancia muy dura.

Por último, si sois de los que pasan la noche mirando hojas de cálculo hasta dar con la mejor combinación de armas y el mayor daño por segundo, os recomendamos que experimentéis con la bouzouki y la guadaña, aunque un personaje enfocado a atacar con veneno y usar una cerbatana perforante también pueda dar buenos resultados. Existe la posibilidad de que estemos trabajando en un nuevo metajuego pensado para aquellos que aprendan a aprovechar todo esto y, sobre todo, para los jugadores veteranos que quieran experimentar con el chico seta. No digo nada y lo digo todo.