La artista nos cuenta cómo ha sido su primera experiencia al cargo del sonido a un videojuego.
La increíble banda sonora y efectos de sonido de Melbits World están en perfecta sintonía con el concepto visual del juego, y este espectacular trabajo tiene nombre y apellido: Isabel Fernández.
La artista ha sido la encargada de poner sonido a estas adorables criaturas y nosotros tuvimos la oportunidad de hablar con ella sobre el gran trabajo que ha realizado. Aquí os dejamos la charla que tuvimos con ella, ¡esperamos que os guste!
¿Cómo se puso el estudio en contacto contigo para crear la música de Melbits World?
Estaba tocando, creo que en el Primavera Sound, y me llegó un email de ellos explicándome el proyecto y diciéndome que mi música les encajaba y querían contar conmigo. Al instante les dije que sí porque aun no tengo experiencia componiendo para videojuegos, que me mostraran esa confianza fue un halago. Yo hago música electrónica con un montón de armonías, capas y muy luminosa. Esto les encajaba, me explicaron de qué trataba el juego y acepté.
Aunque no habías trabajado con videojuegos, ¿cuál era tu relación con ellos? ¿Te gusta jugar?
Me gustan las bandas sonoras de videojuegos porque creo que se hacen muchas obras creativas y experimentales, muchas veces más que en la música convencional. Hay muchos compositores que me gustan, como Yoko Shimomura, de Street Fighter II, y también bandas sonoras que me encantan como la de Katamari Damacy, Vib-Ribbon o Earthbound.
¿Es muy diferente crear música para videojuegos respecto a la música que haces habitualmente?
Es bastante diferente porque te tienes que meter en la mente de otras personas y materializar lo que ellos quieren. Para mí es un alivio porque, musicalmente hablando, puedo ser otra persona durante un tiempo.
No ha habido limitaciones. Me han dado carta blanca total y he podido hacer lo que he querido. Ellos sí que me daban una idea de cómo iba a ser cada mundo, me enseñaban la paleta de colores, las sensaciones que quería transmitir cada uno… Mientras creaba el juego yo no veía el gameplay, solo pantallazos, y una vez he visto todo unido he flipado.
Para los efectos sonoros sí que tenía más maquetas y recursos, pero para la composición de las canciones no. Ahí eran ideas y conceptos.
¿Has dicho que también creaste los efectos sonoros? ¿Cómo te adaptaste a una tarea tan diferente a las habituales que realizas?
Siempre me ha gustado hacer voces de personajes. De pequeña silenciaba la tele y las hacía yo. Me encanta hacer voces y me lo he pasado muy bien haciéndolo para Melbits World; me he inventado palabras, he creado un pequeño idioma… Yo creo que al principio los chicos del estudio no conocían esta faceta mía, así que cuando me pidieron las primeras voces, creo que se quedaron asombrados. La verdad es que me gustaría doblar algún juego (risas).
¿Cómo consigues crear esas melodías con estética 8 bits?
Usamos sintetizadores analógicos que tienen muchísimos presets que remiten a esos sonidos. Hoy día se puede hacer de todo y quería hacer esas melodías como homenaje pero que al mismo tiempo sonara actual.
¿Qué te ha parecido la experiencia de componer para videojuegos?
Me ha encantado y repetiría sin dudarlo porque en la industria todo el mundo está a favor de la creatividad y de hacer cosas frescas y nuevas. No he pensado a qué juego me gustaría poner banda sonora porque para mí esto ya es increíble.
Que imagen y música encajen no es una tarea fácil, pero en Melbits World lo han logrado, consiguiendo así una ambientación única y diferente a todo lo que conocemos.
Si queréis disfrutar de estas adorables criaturas y su alucinante estética kawaii, ya podéis haceros con Melbits World en PlayStation Store.
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