El estudio detalla los cambios de su sanguinario guerrero de cara al lanzamiento del 20 de abril.
“Todo ser humano tiene su propio viaje interno”, me comentaba recientemente el director creativo de God of War, Cory Barlog. “En los anteriores juegos abordamos más el viaje físico. El viaje emocional, el viaje interno, es ahora mucho más interesante”.
Desde luego. Kratos ha recorrido un largo camino desde los momentos finales que vivió en God of War III en 2010. No solo la barba, o su hacha mágica que puede lanzar, o el hijo que viaja a su lado… Son sus maneras, su temperamento. Algo ha cambiado.
Esto es importante porque como cualquiera que haya jugado a God of War sabe, Kratos ha demostrado exactamente dos emociones: una frialdad nata y una ira irracional. Y eso fue suficiente para empujarle a través de seis juegos… siete, si contamos el de móvil. Y para la mayor parte de la serie, su decidida sed de sangre era tan evidente y tan arrasadora que era revolucionaria.
Pero el tiempo pasa para todos, y el God of War de 2018 nos mostrará un lado del personaje que nunca antes habíamos visto. Echa un vistazo a nuestro nuevo vídeo que encabeza este artículo y podrás saber algo más de cómo Santa Monica Studio ha hecho evolucionar a su mítico personaje.
¿Y sobre Barlog? Algunas cosas nunca cambian. “Siempre he tenido ese complejo de ofrecer más”, comentaba Barlog. “Sigo añadiendo cosas obsesivamente, haciendo el juego más grande y mejor, porque no puedo dejar nada sobre la mesa. Quiero ofrecer la experiencia completa. Vas a pagar 60 dólares. Tendrás que tener todo lo posible que se pueda dar.”
La emoción es palpable. God of War vuelve a PlayStation el 20 de abril.
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