Una mirada retrospectiva al simulador social más aclamado.
Una carta de Grant Rodiek, productor de Los Sims 4
La franquicia de Los Sims cumple 18 años este mes de febrero, lo que quiere decir que ya tiene edad para conducir, votar y unirse al ejército. Es mucho tiempo para un juego que trata sobre conseguir trabajo, desmayarse en una cafetería por privación del sueño, coger cosas ardiendo o que tu pareja te deje. Lo típico de la vida.
No os voy a mentir: trabajar en Los Sims es raro. En una semana normal, podemos llegar a debatir sobre si los Sims van al baño con demasiada frecuencia, la cantidad de luz solar que puede matar a un vampiro o si hacer cosquillas es algo que hacen los amigos. Que conste que hacer cosquillas era algo entre amigos en Los Sims 2, pero no en Los Sims 3.
Me sumerjo en mis recuerdos para rememorar algunas de las cosas que aún me hacen reír y sonreír después de una década trabajando con esas personitas digitales.
Un gesto de amor
El alma de Los Sims se ve en sus animaciones. Los Sims hablan su propio idioma inventado, pero actúan de forma tan expresiva que sabes lo que están pensando. Nuestro equipo de animación realmente es de talla mundial y poder trabajar con ellos es la parte más destacable de mi trabajo.
Volviendo a Los Sims 3, muchas veces tuve la oportunidad de simular interacciones sociales con mi compañero y amigo —desde hace ya mucho tiempo— Nawwaf Barafat. Teníamos que hacer demostraciones de divorcios, peleas de bofetadas, ascensos en el trabajo, cultivar plantas y operar con maquinarias complejas. En realidad, era como recorrer todos los ámbitos de la vida. Lo que incluía las historias de amor.
Una vez, tuvimos que hacer una demostración de un abrazo romántico. El tipo de abrazo que una pareja disfruta en la esquina de un bar, pero que todo el mundo evita y mira para otro lado. Mientras sonreía alegremente al sujetar la cámara, la técnica de animación nos dijo: “Y, grabando”. Nos quedamos ahí de pie, a un paso el uno del otro, mirándonos. Extendimos los brazos despacio, rígidos, y los pusimos en los hombros del otro. Luego giramos bruscamente la cabeza hacia direcciones opuestas presionando… una cabeza sobre la otra. Ya sabes a lo que me refiero. Al acabar preguntamos qué tal había quedado. El vídeo nos mostró a dos tíos completamente inseguros “abrazándose”, si se puede llamar así, de una forma que ni dos humanos se habrían abrazado jamás. Al final, otra persona tuvo que grabar esa toma.
La desgraciada plaga de la cobaya
Ha pasado un tiempo desde que el fundador trabajó en Los Sims, pero su impacto aún afecta a nuestros diseños hoy en día.
Un ejemplo es la enfermedad de la cobaya. En Los Sims originales, podías conseguir una cobaya como mascota. ¡Qué monada! Sin embargo, si te mordía, tu Sim era potencialmente vulnerable a enfermar y morir. Y por si eso no fuera ya suficientemente malo, la enfermedad, como una gripe aguda, era extremadamente contagiosa. A los jugadores no se les explicó nada de esto. El equipo de desarrollo introdujo sin querer un plaga que alteraba el mundo así sin más.
Así que cada vez que sacamos un hámster, un hurón o algún animalito peludo y suave, cunde el pánico en la comunidad. ¿Podría ser el regreso de la plaga? Lo único que puedo decir es… quizás.
El ADN de Chester el Sim
Ya más adelante, durante el desarrollo de Los Sims 3, necesitábamos verificar que nuestra genética funcionaba correctamente. Los Sims podían quedarse embarazados y tener hijos, por eso es razonable esperar que los hijos se parezcan a los padres. El código parecía estar bien, pero había que comprobar esto de forma manual usando el método de prueba y error.
Así que se lo encargamos a un productor novato. Normalmente su trabajo era el de supervisar el proceso de traducción de los textos, pero impaciente por trabajar en una función de la mecánica del juego creó a Chester, el Sim que se muestra más abajo.
Si creas un Sim con una apariencia normal, puede ser difícil ver si sus características se muestran de verdad en sus hijos. Por esto, nuestro productor creó a Chester con el pelo rojo chillón, con greñas, un bigote molón, un cuerpo delgaducho y una nariz grande. Y luego lo puso a trabajar. Y por trabajar, me refiero a que hizo que Chester se hiciera amigo de todas las mujeres solteras de la ciudad, se las camelara y pasara la noche con ellas.
Después de un tiempo, la ciudad estaba llena de niños pelirrojos con una pinta muy ridícula. No todos, por supuesto. Por suerte, para ellos, algunas veces salieron más a la madre. Pero se podía apreciar un cierto parecido con Chester por todas partes. Parecía que la genética funcionaba y que teníamos un trabajo muy raro.
¡Todos están embarazados!
El embarazo siempre ha formado parte de Los Sims. Pero durante el desarrollo de Los Sims 4, hubo un breve periodo de tiempo en el que olvidamos marcar la casilla en la que ponía que solo las mujeres podían quedarse embarazadas. Por eso, todo el mundo estaba teniendo niños, sin tener en cuenta qué opción en la personalización del género elegías (¡mecachis!). Abajo, puedes ver que hay tanto una mujer como el marido dando a luz.
Pero eso no es todo. Como novedad en Los Sims 4, está la habilidad para las madres de dar el pecho a sus hijos. Pero, al igual que con el embarazo, olvidamos marcar la casilla que indicaba que solo las mujeres podían dar el pecho. Megamecachis. Era bastante sorprendente ver a un padre pararse para alimentar al bebé ¡cuando no te lo esperabas!
Vale, pues marcamos esa casilla también. Todo bien ahora, ¿no? Pues no. Luego descubrimos que cualquier mujer podía dar el pecho al bebé. Imagínate. Dijimos que los hombres no podían dar el pecho, pero eso no impedía que viniera tu vecina de visita, saludara y luego le diera el pecho a tu hijo. Mecachis, mecachis, mecachis.
Así que, por último, creamos una nueva casilla llamada “solo madre”. Y la marcamos.
Hacer demasiadas cosas
Una de las nuevas innovaciones técnicas en Los Sims 4 es algo que llamamos “multitarea”. En los juegos anteriores, los Sims solo podían hacer una cosa a la vez. Por ejemplo, antes solo podían ver la televisión, mientras que ahora pueden comer, hablar y ver la televisión.
Y como ocurre con todo en este juego de mundo abierto, ¡había muchas utilidades inesperadas! Estuvimos un buen rato probando toda serie de combinaciones de lo más absurdas.
No, los Sims probablemente no deberían cenar mientras están en el váter.
No, los Sims probablemente no deberían ducharse mientras leen.
No, los Sims no deberían tocar la guitarra mientras usan el baño.
Con suerte resolvimos todos estos problemas… pero bueno, ¡que me voy por las ramas!
El hecho de trabajar en Los Sims ha sido una experiencia maravillosa, rara y divertida. Nos encantan nuestros fans, su pasión, su creatividad y su fantástico apoyo. Estamos muy agradecidos de que nos hayáis permitido llamar a esto nuestro trabajo durante 18 años y esperamos hacer otros 18 más. ¡Happy Simming!
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