De silbar la cancioncilla de victoria de Final Fantasy en la ducha a quedar patidifuso ante Journey.
Próximamente en este mes William “B.J.” Blazkowicz regresa con un arsenal de armas y una misión para recuperar Estados Unidos en Wolfenstein II: The New Colossus. Una de las mentes creativas que hay detrás de este shooter repleto de acción de Bethesda es Arcade Berg, diseñador de MachineGames. Hemos estado con él antes del lanzamiento del juego, previsto el 27 de octubre, para hablar sobre los videojuegos que le han inspirado tanto a nivel de desarrollador como de jugador.
¿Cuál es el primer juego al que recuerdas haber jugado?
Seguramente fuese «Dizzy no sé qué», en Commodore 64. Iba de un huevo peludo en una cueva… o algo así. Vale, me temo que quizá no me acuerdo bien del todo. Pero yo jugaba en el C64 de mi hermano mayor, lo que pasa es que me acuerdo mucho mejor del Amiga 500 con juegos como The New Zealand Story, donde sí que manejabas a un kiwi redondo y peludo. ¡Y a Dynamite Düx!
¿Qué juego te motivó para convertirte en desarrollador?
Tendría que decir Wolfenstein 3D, ¿no?
No hubo ningún juego en particular, sino todo vino por mi auténtica pasión por los videojuegos. Eso sí, me pasé la tira de tiempo creando personajes en Fighter Maker de PlayStation, ¡a pesar de que un solo personaje ocupaba una tarjeta de memoria enterita!
A mí, al principio, no se me pasaba por la cabeza eso de que los videojuegos los hacían «gente normal». Recuerdo que en una revista de videojuegos sueca apareció un artículo sobre una consola portátil con la que se podía jugar a videojuegos caseros gracias a su lector de tarjetas, por lo que se podía «crear y jugar a tus propios videojuegos». Pero ¡¿cómo?! Yo tendría unos 14 años por aquel entonces.
Empezaría a verme de verdad como desarrollador cuando me hice con un programa que se llamaba Klik & Play (sí, así se escribía), con el que cualquiera podía crear videojuegos de PC. Ese fue el detonante de todo.
¿Y qué videojuego te gustaría haber creado?
¡Mega Man X!
No sé ya ni cuántas veces me lo habré pasado. Controles magníficos, habilidades flipantes, jefes sumamente interesantes y evolución del personaje en un plataformas de acción en 2D… ¡Casi nada! Incluía un tutorial intuitivo que incluso pasaba desapercibido como tutorial. ¡Y la música…! Todavía me la pongo.
Ya era fan de los juegos de NES antes de aquello, pero con Mega Man X se salieron del pellejo haciendo algo que sigue siendo megadisfrutable más de 20 años después.
¿Cuál fue el último juego con el que te replanteaste todo este mundo?
A mí me van las mecánicas de juego. La jugabilidad es lo primero y si es en un título de acción, mejor. Me quedé flipado del todo con Journey. Aquello fue una experiencia sin igual que me dejó con la boca abierta. Todo estaba hilvanado a las mil maravillas y yo, como muchos otros, completé el juego de una sola vez. Cuando acabaron los créditos finales y todo se acabó, me quedé sentado ahí… alucinando en colores.
¿Cuál ha sido la última banda sonora de videojuego que has silbado en la ducha?
Me suelen decir que tarareo mucho la canción del Equipo A, lo cual es cierto, pero en lo que respecta a videojuegos, suele ser la cancioncilla de victoria de Final Fantasy VII. ¡Enjuagarte el champú sintiéndote todo un campeón!
¿Cuál ha sido el último juego en el que te has quedado a ver los créditos finales?
Hace poco completé Persona 5. Me pegué la tira de horas, pero me hice el final verdadero.
¿Cuál es tu videojuego multijugador favorito?
Hala, ¿solo uno? ¡Yo diría que Speedrunners! Es un juego que tiene mucho gancho. ¡Y no iba con doble sentido! Es uno de los videojuegos que más he disfrutado estos dos últimos años y siempre elijo a Cosmonaut Comrade, aunque nuestro diseñador de interfaz de usuario tiene fijación con The Falcon, porque le encanta ese traje amarillo. Detesto a ese pollo. Pero si compramos porquerías para picar y nos ponemos a jugar a Worms 2, ya tenemos el mejor plan frikoso de la ciudad.
Se ha cerrado la sección de comentarios.