No tener segundas oportunidades resulta en un juego muy diferente al aclamado juego original
Hay muchas razones por las que Life is Strange consiguió unos seguidores tan apasionados. Se podría hablar de su distintivo estilo artístico, su guion inteligente, quizás su sorprendente y apasionante profundidad o el vivaz y variado reparto que tiene.
Dadas las increíbles críticas que cosechó el éxito inesperado de Dontnod en 2015, era de esperar que se estuviese preparando una secuela. Lo sorprendente es que mientras Dontnod está trabajando duro para lanzar Life is Strange 2, se está preparando también otro juego de la misma saga. También se está desarrollando una precuela a cargo de Deck Nine Games.
Siendo un gran fan del original, tenía mis reservas, pero después de jugar la corta demo en Square Enix Europe, me quedó muy claro que están siendo extremadamente cuidadosos para mantener todo aquello que hacía tan especial a Life is Strange.
Before the Storm se centra en Chloe, la compañera de Max con afición por el punk-rock del Life is Strange original. Puesto que Before the Storm tiene lugar en Bahía Arcadia tres años antes del original, la Chloe a la que conocemos y en cuya piel nos meteremos solo tiene 16 años, aún no tiene el pelo azul y es todavía una adolescente. Su amiga Max no está por ninguna parte y la muerte de su padre es una herida mucho más reciente que en el primer juego.
En mi breve contacto con Before the Storm, seguí a Chloe mientras se colaba en un concierto secreto. Aún no tiene tanta confianza en sí misma como tendrá más adelante, pero ya es una rebelde, estrafalaria y propensa a decir lo que piensa.
Sin entrar demasiado en detalles sobre dicha secuencia, os puedo asegurar que Chloe consigue meterse en problemas antes de conocer a Rachel Amber por primera vez, la mismísima Laura Palmer Bahía de Arcadia y a uno de los personajes principales en la precuela.
En cuanto al estilo de juego, las situaciones entre las que podía elegir Chloe en la demo eran muy diferentes a las que estamos acostumbrados con Max.
No solo tienen personalidades muy diferentes, lo que hace que algunas de las opciones parezcan mucho más atrevidas que las que solía tener Max, sino que también habrá que ir con mucho más cuidado al no poder hacer retroceder el tiempo.
Si al igual que yo jugasteis al primero eligiendo las opciones más absurdas para tener un ligero vistazo de sus consecuencias antes de usar el poder de Max para algo que encajase más con vuestra partida, la naturaleza más permanente de Chloe os obligará a pensaros las cosas con más cuidado.
Pero, precisamente, puesto que ahora hay un riesgo irreparable inherente a vuestras decisiones y sus posibles consecuencias, hay tensión hasta en las decisiones más triviales. Estáis menos indiferentes y más atentos a las conversaciones al no tener una red de seguridad en forma de superpoder alterador del tiempo.
Sin embargo, el estudio ofrece una rama de olivo al permitir que Chloe use su ingenio para usar una mecánica nueva y “desdecirse”, lo que le permitirá engatusar a la gente y salir airosa de situaciones inesperadas, pero es un riesgo que puede que no funcione como esperáis.
Sin el aspecto más marcadamente de ciencia ficción de los viajes en el tiempo, el jugador se queda con una sensación más realista, que propicia un enfoque diferente a la hora de jugar a la precuela. Es posiblemente uno de sus puntos fuertes, haciéndolo sutilmente diferente a su predecesor.
Por supuesto, si habéis jugado a Life is Strange, reconoceréis ciertas caras familiares y veréis referencias al original en ocasiones, pero Before the Storm es una aventura mayormente independiente.
Saber el futuro que les espera a ciertos personajes no le resta nada a la intriga y si acaso, hace que los descubrimientos sean aún más interesantes. Volver a Bahía Arcadia y volver a tener otra oportunidad de ver el extraño pueblo y sus únicos habitantes es una experiencia genial y no puedo esperar para ver más sobre la primera entrega de esta serie de tres episodios que llegará a PS4 el 31 de agosto.
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