Primeras impresiones con Starblood Arena

¿Qué tal, jugones? Ya va quedando menos para que Starblood Arena llegue a nuestras PS4 para que podamos disfrutar al máximo esta inmersiva experiencia de e-sports en realidad virtual con PS VR. Nosotros ayer estuvimos jugando con él en el evento PS VR Journey, celebrado en el Espacio UnoNueve de Madrid, y al que acudió David Lee, uno de los diseñadores del estudio White Moon Dreams. En los próximos días os ofreceremos la entrevista que le hicimos, pero mientras tanto, centrémonos en su obra y en cómo esta va hacer que pasemos horas y horas disparando contra naves enemigas a partir del próximo 12 de abril. Starblood Arena es todo lo que se espera los juegos competitivos del futuro, un futuro que con PS VR está ya al alcance de nuestros ojos.

Lo que más nos llamó la atención durante nuestra prueba fue, como no podía ser de otra manera, la sensación de inmersión; ese ‘estar ahí’ que solo es posible gracias a la realidad virtual y que resulta francamente increíble en juegos como este en los que nos sentamos a los mandos de un vehículo. Ya hemos alucinado con las sensaciones que produce conducir unos de los cochazos de DRIVECLUB VR o manejar un tanque pesado en Battlezone. Starblood Arena no se queda atrás en este aspecto y nos ofrece un torrente de emociones en cuanto nos ponemos las gafas, vemos nuestras manos virtuales empuñando sendas palancas de control y nos comenzamos a desplazar por los pasillos y salas que componen las arenas de combate a bordo de nuestra nave armados hasta las cejas de láseres y misiles. Insistimos mucho en esto cada vez que hablamos de un juego de PlayStation VR, pero es que es realmente como estar dentro del juego. Miras a la izquierda y ves los indicadores de disparo, miras a la derecha y divisas todo lo que se encuentra hacia ese lado… es genial. Si aún no habéis probado este vanguardista dispositivo, visitad trypsvr.com para vivir la experiencia.

Pero aunque Starblood Arena es algo digno de vivir a nivel técnico, no es esa su principal apuesta, pues es a los jugadores competitivos y los fans del modo online a quienes pretende encandilar. ¿Lo conseguirá? Pues con una propuesta tan atractiva es muy difícil, a priori, suponer lo contrario. El título desarrollado por White Moon Dreams lleva la accesibilidad por bandera, lo que pudimos notar a los pocos minutos de subirnos a la nave y vernos causando nuestras primeras bajas entre nuestros compañeros de la prensa. El funcionamiento es bien sencillo: un botón para ascender, otro para descender y dos tipos de disparo a nuestra disposición. ¿Lo mejor de todo? Que para apuntar a nuestros enemigos ni siquiera debemos utilizar el joystick derecho, puesto que únicamente con nuestra mirada podremos ponerlos en nuestro punto de mira. De lo más cómodo, de lo más intuitivo y casi, casi, como tener un superpoder. Esta funcionalidad os dejará sin duda boquiabiertos.

Y luego, claro, están las enormes opciones de personalización con las que podremos hacer que tanto nuestro piloto como su nave luzcan a nuestro antojo. Si a esto le unimos una curva de dificultad bien ajustada con la que no pararemos de mejorar a medida que jugamos, tenemos como resultado una evolución del concepto de e-sports que nos llevará a un nuevo nivel gracias a su impecable uso de PlayStation VR. Tiene pinta de que vamos a pasar innumerables horas inmersos en sus intrincadas arenas de combate. ¡Pero inmersos de verdad!