DRIVECLUB es un juego con el que los fans de PlayStation están seguramente muy familiarizados. Programado originalmente como un título de lanzamiento para PS4, este juego de carreras social cambió su salida a octubre de 2014. Pero los aspirantes a piloto no tienen que temer: los desarrolladores de Evolution Studios están haciendo un buen uso de este tiempo extra.
El equipo de Evolution ha estado ocupado asegurando que los aspectos de conectividad de DRIVECLUB y de su interfaz, conocida como ‘menú dinámico’ por el director del juego Paul Rustchynsky, están bien integrados en el juego. Estos, en conjunción con una app que se lanzará junto al juego en octubre, son lo que permitirá a DRIVECLUB hacer realidad de visión de Evolution de un juego de carreras verdaderamente conectado.
Habiendo jugado con versiones anteriores de DRIVECLUB además de con la actual, estoy en una posición privilegiada para poder ver las diferencias de primera mano.
La mejora más importante que he notado es en el apartado gráfico. DRIVECLUB ha sido impresionante desde el día que fue dado a conocer, pero es difícil convenir cuánto cariño ha puesto Evolution en cada uno de los 50 coches de DRIVECLUB y en los entornos.
Los vehículos están inmaculadamente creados en 1080p, y el nivel de detalle impregna también el resto del juego. Al principio de cada carrera, tu piloto entra en su coche (por la izquierda o por la derecha, dependiendo del modelo) y el juego te sumerge en una realización impecable de la cabina de mando del coche. El motor ruge de una manera realista antes de arrancar.
Al conducir, las vistas parecen extenderse hasta el infinito, lo cual resulta especialmente impresionante en trazados de montaña, donde las cumbres distantes parecen siempre más cercanas a medida que te vas a cercando. Las hojas caen de los árboles durante la carrera, y son pisadas por los coches. La potencia técnica de PS4 combinada con el cuidado por el detalle de Evolution insufla vida en el corredor.
El sistema de paso del tiempo en DRIVECLUB hace del juego algo siempre diferente. Antes de que una carrera empiece, puedes elegir no solo el momento del día, sino también la velocidad a la que el tiempo pasa. Puedes acelerarlo a 15x, 30x, o incluso 60x, lo que permite que puedas empezar corriendo en las ocuridad mientras ves el Sol alzarse.
Los controles de DRIVECLUB son lo suficientemente directos: R2 es el acelerador, y L2 presiona los frenos, mientras que el stick izquierdo es para conducir y el drecho para mirar alrededor. Una cosa que no esperaba, sin embargo, era un esquema de control de movimiento que me hiciera acabar prefiriéndolo sobre otros sistemas más tradicionales.
Un viaje rápido por el menú de opciones te permite activar controles de movimiento, dirigidos por el acelerómetro y giroscopio del DualShock 4. Inclinar el DualShock 4 a izquierda o derecha y ver tus manos en el volante moverse instantáneamente resulta tremendamente natural, y hace de las vueltas largas algo mucho más agradable. Por supuesto, los controles tradicionales también producen buenas sensaciones, pero creo que acabaré por usar el control por movimiento.
DRIVECLUB es una carta de amor al automovilismo y al arte de conducirlos, y es una carta en la que las prodigiosas mentes de Evolution han puesto todas sus ganas. Los jugadores de todo el mundo pueden leerla por ellos mismos este octubre cuando DRIVECLUB salga en PS4.
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