Las dos primeras horas de Child of Light en PS4

Ante una estatua derruida en un bosque oscuro, Aurora hace frente a su primer enemigo en Child of Light. Cuando este grita en dirección de la pequeña, ella levanta su gran espada en el aire con gran confianza. Ni se inmuta ante la arácnida amenaza a la que hace frente. Este encuentro reperesnta lo que es Child of Light en su esencia: un juego determinado, bonito y desafiante lleno de expetativas. Se trata de un RPG para PS3 y PS4 que es un homenaje de la tradición RPG a la vez que ofrece un nuevo camino y cuenta con su propia personalidad.

La primera vez que hablamos de Child of Light el año pasado, Aurora se había embarcado en su propia aventura a través del mundo encantado de Lemuria. A principios de esta semana hemos tenido la oportunidad de jugar un par de horas del juego de forma ininterrumpida. El resultado: una conexión emocionalmente irrefutable con Aurora y su misión. El equipo de Ubisoft Montreal ha creado una historia que llega el corazón, impregnada de detalles que llegará tanto a los jugadores más jóvenes como a los más experimentados.

La llegada de Aurora a Lemuria es trágica de inmediato. Hija de un duque austriaco, la jovencita protagonista de nuestra historia cae enferma y se despierta en un extraño bosque. Despojada de la presencia de su padre y superada por las emociones, Aurora pronto se unirá a una pequeña llama, Igniculus, a la que Aurora aludirá como “Sir Firefly”. Esta llama la guiará de tal modo que será quien pueda ayudarla a volver a casa.

Pero las aventuras no suelen ser nunca así de sencillas, y Aurora tendrá que cumplir una misión: encontrar al Sol, la Luna y las estrellas que han sidor obadas del cielo por la Black Queen (Reina Negra). Al devolver la luz a la tierra habrá más posibilidades de que Aurora encuentre su camino a casa y pueda estar con su familia de nuevo, con lo cual nuestra protagonista tendrá que verse obligada a jugar su papel de heroína y cumplir esta misión.

“Child of Light desprende una belleza encantadora, que resulta a partes iguales etérea y familiar”

Al contrario que muchos otros JRPG, Aurora emprenderá su nuevo desafío con una sorprendente rapidez. Hará frente a su misión sin mostrar dudas o comportamientos infantiles: lo que supone un soplo de aire fresco a una tendencia muy habitual. Y aunque Child of Light cuenta con batallas basadas en turnos y misiones secundarias, la mayoría de las veces se aparta de los estereotipos “errepegísticos”, o encuentra modos inteligentes de estimular estos tópicos.

Si los diseños de aquí arriba no expresan con suficiente claridad lo dicho, podemos seguir comentando que Child of Light desprende una belleza encantadora, que resulta a partes iguales etérea y familiar. La gente de UbiArt Framework hacen que cada escena y que cada personaje se vean maravillosos, desde los espectros que van lamentándose hasta las paredes bañadas en oro. Los fondos de los escenarios ofrecen a cada ambiente una inmensa profundidad, con pájaros que emprenden el evuelo y la silueta de un torpe gigante que pasa en la distancia.

Cada palabra en Child of Light, desde la narración hasta los diálogos (incluso los objetivos de la misión), están escritos con distintos tipos de rima. Esto ofrece a Child of Light una gran calidad, manteniendo un toque de humor. Aurora e Igniculus, por ejemplo, reclutan a un bufón para su grupo de aventuras, que es incapaz de hacer rimas, con lo cual la pareja protagonista cooperando, irán corrigiendo sus errores.

Estos inteligentes juegos de palabras no todos son cómicos. Al pasar un cementario, Igniculus cuenta: “¿Es que no lo van a entender?/Las piedras plantadas en la tierra no pueden forecer” (*traducción libre de la redactora ;), para que os hagáis una idea). Es un ejemplo que te parte el corazón sobre la ingenuidad de Firefly…

Sin diálogos del narrador invisible, el encanto de Child of Light se extiende con una música exquisita. El equipo de audio del juego ha empleado melodías de piano hechas con mucho cariño. Van al ritmo del viaje de Aurora, atrapando al jugador con unos pocos coros o creando tensión con repentinos solos. Nos recuerda al inmaculado trabajo de Yann Tiersen con la banda sonora de Amelie en 2001 (el director creativo de Child of Light, Patrick Plourde, nos mencionó la película cuando le conocimos, con lo cual hay que tener en cuenta a esta como inspiración…).

Cuanto más tiempo pasas utilizando el sistema de batalla de Child of Light, más complejidades descubres. Aunque el sistema en sí mismo es una forma directa del modo basado en turnos, su sutiliza supone que haya que esperar más. Es todo un arte el saber esperar el lmomento preciso para atacar, bloqueando el ataque del enemigo y manteniendo a salvo a Aurora. Igniculus puede brillar en las caras de los enemigos y retrasar su turno, permitiendo llevando el control de la batalla más allá en cuanto a fluidez se refiere. Además otro jugador puede controlar a Igniculus en un segundo DUALSHOCK y llevar a cabo un rol más simple pero no por ello menos estratégico.

Los puntos de habilidad que vayas consiguiendo con Aurora y sus acompañantes, podrás gastarlos en desbloquear habilidades adicionales en un sistema de habilidades ramificados. Al ganar nuevas habilidades supone que estén disponibles la siguiente ramificación de habilidades, ofreciendo a los jugadores cierta flexibilidad en el modo en el que desarrolan cada héroe.

Y por encima de todo, el jugador construye una conexión con Aurora, que puede que sea el personaje más encantador del género del RPG que yo recuerde. Este caracter emocional, junto con su rico argumento, aseguran que el jugador juegue una y otra vez.