Daniel Cook, director creativo de Spry Fox.
Existe un tema que se repite en nuestro inminente juego, Road Not Taken, que ya anunciamos el pasado agosto. Los personajes de nuestra pequeña población del norte han guiado sus vidas siguiendo el mismo patrón: primero vas a la escuela, luego consigues un trabajo, te enamoras y finalmente formas una familia.
Pero la vida no siempre funciona así.
Crecí con la expectativa de tener una vida tradicional al estilo de Norman Rockwell. Teníamos una pequeña casa situada en una encantadora y sinuosa carretera en la rural Maine. Lo hice bien en la escuela; cumplí con todos los deberes que tenía que cumplir. Después, cuando descubrí el mundo real, las cosas cambiaron.
En lo que respecta al trabajo, he pasado por múltiples carreras. Tuve un trabajo “fijo” en una empresa grande y estable (el tipo de trabajo con el que sueña mucha gente) pues bien, no era algo que se ajustara a mí en absoluto. He participado en esbozos de proyectos que fallaron y en otros que salieron adelante. Me han despedido por dibujar sin ganas planos insertados en traseros y me han contratado cobrando el doble porque (como pude saber más tarde) llevaba el sombrero adecuado para la entrevista.
Vivo en un diminuto apartamento en una gran ciudad, no en una casa de un barrio residencial. No tengo jardín, ni golden retriever. Un poco más tarde de lo que las películas me hicieron creer, me topé con un amor increíble. ¡Recuperé el rumbo!
Luego resultó que no podíamos tener o adoptar niños. Es complicado: todos los pensamientos diferentes que tengo sobre este tema acaban enredados unos con otros. Ahora tengo un deber que nunca podré cumplir.
En este punto, me siento bastante alejado de ese camino dorado. Y he acabado haciéndome muchas preguntas: ¿Está bien que sea feliz? ¿Aún soy una persona de provecho? Cuando tenga 87 años y sufra de una demencia avanzada, ¿quién se percatará de que tengo una costra de babas en el asilo de ancianos?
Muchos de mis amigos están formando familias. Están anidando en sus casas perfectas (con jardín) y uniéndose al mundo de la privación de sueño causada por los bebés. Sus conversaciones giran casi exclusivamente en torno a horarios de sueño y la enseñanza de controlar esfínteres. Es como ver una vida completamente diferente y muy distante de la mía. Un día al despertar me di cuenta: “Eh, este no es realmente mi futuro”.
Un sorprendente número de gente que conozco está en la misma situación. Sus vidas actuales no se parecen a esa sencilla línea que imaginaron cuando eran niños. Las líneas reales se tuercen y giran. Espero que esto sea en beneficio nuestro.
Y volviendo a Road Not Taken. Se trata de un juego que os pone en el lugar de una persona que se ha salido del camino establecido. Vives solo, fuera del pueblo y una nueva tormenta llega con cada estación. La gente del pueblo te necesita. Existen tragedias y pequeñas alegrías. Aparecen eventos inesperados y toma de decisiones.
Podéis intentar tener una vida perfecta.
Cuidaos,
Danc.
PD: Pensé que aprovecharía esta oportunidad para compartir una ojeada al sistema de relaciones de Road Not Taken que está inspirado, en parte, por juegos como Harvest Moon (en la imagen, abajo). A medida que avanzas en el juego, te encontrarás y desarrollarás conexiones con variedad de gente. Como todo en Road Not Taken, esto supondrá hacer elecciones y vivir con los resultados, de los cuales algunos serán predictibles y otros no.
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