Hola, ¿qué tal, fans de PS Blog? Soy Zack Cooper, desarrollador comunitario de Splinter Cell, y para mí es muy emocionante tener la oportunidad de hablar con vosotros sobre el último tráiler de Blacklist: “Stalk. Strike. Silence”.
No sé si habréis seguido mucho el desarrollo del juego, así que aprovecharé el momento para poneros al día en un periquete sobre la dirección global de Blacklist. Si eres fan de Splinter Cell, ya sabes que la franquicia tiene una rica historia. La idea detrás de Blacklist es aprovechar estas raíces rescatando gran parte de los elementos fundamentales y combinarlos con la avanzada mecánica de juego y evolución gráfica de los juegos de Splinter Cell más recientes.
También hemos recuperado ese dulce y oscuro drama geopolítico con el que están familiarizados los fans de Tom Clancy. En Splinter Cell Blacklist, el argumento de alto nivel se centra básicamente en la idea de un grupo de estados canallas que se unen para dar un ultimátum de terror, hartos de la ocupación americana en su tierra. Este colectivo establece una cuenta atrás, advirtiendo a los Estados Unidos que retrocedan… o se atengan a las consecuencias.
Ese “o se atengan a las consecuencias” implica amenazas específicas a los intereses americanos. Aquí es donde Sam Fisher, líder de esta unidad Fourth Echelon recién formada, su centro de mando aéreo, el Paladín, y el clásico Splinter Cell trotamundos entran en juego.
Con este tráiler en particular queríamos rescatar a Sam tanto para los fans del juego como para aquellos no tan familiarizados con el personaje.
Tal vez ya sepáis que el objetivo principal de un Splinter Cell es entrar, ocuparse del asunto, salir e irse sin dejar rastro. La forma del “fantasma” sigue siendo una buena parte de Blacklist, esa forma de jugar tan tensa, sin contacto, sin que se detecte… pero ahora te ensucias las manos y esto también resulta increíblemente satisfactorio.
Los fans de Splinter Cell pueden dar fe del primer elemento clave de este tráiler, y probablemente, atribuirlo a lo bien que han respondido a los juegos clásicos desde el primer momento. En realidad no hay nada parecido a “Stalk” (acechar). Estamos analizando vuestro target… y planeando cómo queréis gestionarlo.
En ocasiones queréis ser rápidos y eficaces, otras lo alargáis un poco más… solo por la emoción del momento. ¿Sois de los que lleváis el miedo al límite dejando que os vean, o de los que los abaten sin que sean conscientes de lo que ha ocurrido?
El ataque es esta fase de ejecución. De forma letal o no, Sam Fisher es un arma mortal. Tiene todas las herramientas para hacer lo que haga falta, a menudo antes de que el enemigo sepa si quiera lo que le ha atacado.
Y por último, el silencio. Esa quietud reconfortante cuando las aguas se calman y la amenaza pertenece al pasado… de una forma u otra.
Así suena Sam Fisher…
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