Sid Shuman, nuestro compañero del Blog de Estados Unidos, ha tenido la suerte de probar personalmente Dishonored…
Algunos juegos tienen problemas con los bugs (bichos), pero Dishonored tiene problemas con las ratas. Grandes, diabólicas que merodean en grupo y pueden desgarrar del hueso la piel de un hombre. Pero las ratas asesinas serán la menor de tus preocupaciones en el oscuro mundo de Dishonored, un imaginativo título de acción y aventura de Arkane Studios y Bethesda que llegará a PS3 a finales de año. El juego mezcla con destreza inspiraciones de grandes clásicos: la atmósfera opresiva y de politiqueo paranoide de Bioshock, la elegante ‘sangría’ de Assassin’s Creed, la tenebrosa moralidad de Deus Ex; y el sigilo y las sombras de Thief. Es un juego en el que habrá que esconderse en lugares oscuros, enterarse de conversaciones secretas, tender emboscadas perfectas e improvisar precipitados refugios.
Jugarás como Corvo, un guardaespaldas real de élite, acusado por error de la muerte de la Emperatriz de Dunwall. Encerrado y encarcelado hasta que te pudras, un sombrío benefactor te rescata y libera para que reclames tu venganza del modo que consideres conveniente.
Aunque Corvo es un protagonista convincente, la estrella de la historia aquí es la ciudad de Dunwall, un decrépito puerto marítimo asentado sobre un océano vasto y maligno, en un planeta que definitivamente no es la Tierra.
La escenografía de Dunwall corre a cargo del director de arte que hay detrás de la icónica City 17 de Half-Life 2, y la atención al detalle es palpable: carruajes a vapor que se deslizan por calles de adoquines, mientras guardias de asalto patrullan desde lo alto de gigantescos zancos biomecánicos. Es viejo y nuevo, extraño y familiar, bonito y grotesco; todo al mismo tiempo. Si te gustó el Rapture de Bioshock, esto te va a encantar.Tocado por una deidad amoral llamada el Outsider, Corvo ahora cuenta con una serie de aptitudes sobrenaturales: desde la teletransportación, o la dilatación del tiempo, hasta el poder de convocar hordas de voraces ratas y devolver proyectiles hacia los enemigos que los lanzaron. Uno de estos talentos sobrenaturales te permitirá entrar en el cuerpo de un pez o de una rata, muy práctico para infiltrarse en los edificios vía un sumidero o un panel de acceso. En el combate, Corvo tiene poco a lo que temer, porque es un maestro con la espada y cuenta con buena puntería cuando hace uso de la pistola. Exóticos tipos de munición (balas explosivas, dardos tranquilizadores) y diversos gadgets como granadas o minas de proximidad, amplían todavía más sus posibilidades. Como en Deus Ex, puedes golpear libremente, derramando ríos de sangre en el proceso, o por el contrario dar puñetazos más sigilosos asfixiando a tus enemigos, arrastrando y escondiendo sus inertes cuerpos.
Tanto si matas a un adversario a sangre fría como si muestras clemencia, tendrá sus consecuencias en la historia del juego; de hecho el mismo Outsider tendrá curiosidad por ver qué camino sigues. También influirá en el gameplay momento a momento: acaba con un guardia y su compañero puede que tenga que alterar la ruta establecida en su patrulla para cubrir la vacante, potencialmente desbaratando los planes que tenías previstos. Pero cualquier forma en la que juegues será la manera ‘correcta’ de jugar: el objetivo de Arkane es colocar a los jugadores de tal modo que tengan el control absoluto del recorrido del juego.
A medida que aclaras la conspiración que hay detrás del asesinato de la Emperatriz, que parece ser un golpe de estado militar, irás conociendo unos cuantos personajes secundarios, desde miembros de un movimiento de resistencia secreto, hasta mimados aristócratas o gente de la calle asolada por las plagas. Algunos se convertirán en objetivos de tu cólera y tendrás que encargarte de ellos en consecuencia; mientras que otros te darán valiosa información o servicios.
Si tienes alguna pregunta sobre el juego, hazla y trataremos de hacerlas llegar a los responsables de Dishonored.
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