La última entrega trae algo para cada usuario. Un lugar donde veteranos y recién llegados van a sentirse a gusto disfrutando de uno de los juegos del año en PS5.
Ya hemos podido jugar con Final Fantasy XVI. Y durante 4 horas nada menos, gracias a los amigos de PLAION España. Durante esa larga sesión disfrutamos de tres partes distintas de la historia y, por consiguiente, de muchos de los aspectos que la nueva entrega posee y que van desde la narrativa con un desarrollo más lineal hasta los grandes espacios abiertos para explorar y, por supuesto, los brutales combates entre eikons. ¿Nuestras impresiones? Pues qué os vamos a contar; repetimos: gran historia, mapas abiertos, combates RPG llenos de acción y duelos entre monstruos elementales gigantes. ¡Si es que todo bien! 😀
Pero sobre todo, con esta prueba pudimos responder a la pregunta que más nos hacíamos: con este nuevo enfoque más fantasía medieval oscura y esta apuesta por la acción y el impacto visual, ¿cuánto de Final Fantasy iba a quedar para los fans de siempre? ¿Y cuánto tendría que ofrecer a los nuevos jugadores para atrapar a una nueva generación de jugadores y a aquellos legos en el JRPG? Pues bien, nos alegra poderos decir que las noticias para ambos públicos son muy, muy positivas.
¿Y qué es lo que hace que Final Fantasy XVI sea el punto de entrada perfecto para nuevos jugadores y a su vez un aspirante a ganarse el corazón de los correligionarios de siempre como una de las mejores entregas jamás realizadas? Pues a eso vamos a tratar de responderos en las próximas líneas. No perdáis detalle.
Una historia completamente nueva
Cada una de las entregas de Final Fantasy lanzadas a lo largo de la historia ha contado con una historia propia e independiente de los juegos anteriores, por lo que podéis adentraros en cada una de ellas sin necesidad de conocer nada de la franquicia. Final Fantasy XVI, por supuesto, no es una excepción, y nos presenta Valisthea, un mundo con diversas naciones en constante conflicto que pugnan por el control de los Cristales Madre, los únicos elementos capaces de repeler la oscuridad que se cierne sobre ellas.
Durante nuestra sesión de juego pudimos comprobar que el desarrollo de la historia es magistral, con un argumento que avanza tanto mediante cinemáticas (vimos muchísimas) como mediante el propio gameplay. No es raro, por ejemplo, avanzar por nuestro camino para ir a cumplir la misión que se nos ha asignado mientras allí cerca se está librando una batalla entre dos ejércitos apoyados por sus respectivos eikons. ¡Imaginaos la sensación de tensión que se vive mientras realizamos una tarea que puede marcar el desarrollo mismo de la batalla!
Nosotros pudimos probar el inicio del juego, donde ocurría algo similar a lo que os acabamos de narrar para posteriormente introducirnos un flashback jugable que profundizaba en la juventud y los orígenes de Clive Rosfield, nuestro protagonista, quien se encarga de proteger al dominante del Fénix que es ni más ni menos que su hermano menor. Durante el mismo, ya pudimos disfrutar de uno de esos giros de guión que nos dejaron con la boca abierta, así que preparaos, porque se avecina una historia de esas que quedan marcadas en vuestra memoria. Y no, no necesitáis haber jugado a las 15 entregas anteriores para disfrutarla al máximo 😉
Fantasía oscura con sabor occidental
Como en toda historia de supervivencia, claro, surgen las enemistades; el vosotros o nosotros, y esto se traduce en guerras, traiciones, golpes de estado… todo muy en la línea de esta fantasía occidental que tan fuerte ha pegado en la TV y el cine durante los últimos años.
La narrativa de Final Fantasy XVI es madura, pero con una madurez siempre acorde con la tónica de la saga. No todo van a ser complots, intrigas y erotismo (que aquí está presente y es algo que no había sido habitual hasta ahora en Final Fantasy), sino que también hay espacio para esas praderas verdes, esos diálogos emocionales que tocan el corazón y esas músicas apacibles y sentimentales que constituyen la partitura de la saga desde sus orígenes. En este sentido, esta decimosexta entrega también tiene algo para cada tipo de usuario. Tanto el jugador más inclinado hacia el videojuego japonés como el más proclive a los géneros occidentales se sentirá muy a gusto con la propuesta que nos trae Square-Enix.
Mención especial queremos hacer también a Valisthea. Con Final Fantasy XVI se ha creado un nuevo mundo, un marco al que vemos capaz de competir de tú a tú con otros reinos de fantasía que a lo largo de los años han generado su propia mitología y que se han ampliado con nuevas historias. No sabemos por ahora qué planes tendrán de cara al futuro, pero estamos seguros de que Valisthea tiene potencial para contar muchas historias y dar lugar a muchos productos si así lo quieren sus responsables. Es un mundo muy bien diseñado y cohesionado con diversas naciones, cada una con su propia historia y costumbres y un lore general que hace que en el universo de Final Fantasy XVI se aprecie un importante contexto detrás, con sus mitos, leyendas, antepasados… Esperamos que Valisthea haya venido para quedarse.
Combates plagados de acción
Naoki Yoshida y su equipo recuperan para esta entrega el sistema de combate ágil y en tiempo real que ya disfrutamos en Final Fantasy XV y Final Fantasy VII Remake, el cual, por cierto, ha demostrado en los últimos años sentarle muy bien a la saga y convencer a diversos tipos de público, pues con él tanto el jugador habituado a los turnos de toda la vida como el fan de los hack and slash se sienten como en casa.
En Final Fantasy XVI tenemos una acción asignada a cada botón y esto nos permite acceder a una gama de movimientos y habilidades muy variada para dar lugar a unos combates espectaculares que en pantalla se ven intensos y dinámicos, y que, por supuesto, mantienen esa emoción que siempre los ha caracterizado, con o sin turnos. Nuevamente tendremos que estar muy pendientes para elegir las magias adecuadas según las debilidades del enemigo, saber defender en el momento adecuado o curar a nuestro grupo cuando sea necesario. Una mala decisión o un momento de despiste y nos veremos mordiendo el polvo en un santiamén.
Uno de los grandes juegos de PS5
Final Fantasy XVI promete ser uno de los juegos más importante del catálogo de PlayStation 5, y esto a nivel técnico implica un poderío gráfico como nunca antes hemos visto en la saga. En las distintas partes del juego que pudimos probar, quedamos boquiabiertos varias veces no solo con el aspecto general del juego, sino también con los increíbles efectos que es capaz de mostrar en pantalla para hacer que la intensidad y el dramatismo de la aventura se vean incrementados. Mención especial, sobre todo, queremos hacer a un combate contra uno de los jefazos finales, el cual venía precedido de la lucha de Clive contra una fuerte ventisca provocada por el enemigo y que impedía su avance. Verle continuar su camino de esta forma contra los elementos es algo solo posible con la tecnología de PS5, y varios momentos igual de impactantes nos confirmaron que vamos a disfrutar de un Final Fantasy absolutamente espectacular. Y eso por no comentar aún los combates entre eikons, de los que os hablamos más abajo.
Mapas abiertos por explorar
¿Y qué sería de Final Fantasy sin esos mapas abiertos por los que poder moverse libremente, buscar enemigos, subir niveles…? Otra de las fases del juego que pudimos probar transcurrió en una zona como la que veis aquí arriba, con un objetivo en el fondo al que no podíamos llegar por el momento, pero que igualmente nos sirvió para disfrutar de los increíbles entornos plagados de enemigos y al mismo tiempo para comprobar lo bien integrado que está el combate con el desarrollo general de la aventura.
En Final Fantasy XVI apenas hay transiciones entre una cosa y otra. Vamos corriendo, vemos un grupo de criaturas y en un mismo plano Clive y sus compañeros preparan sus armas y pasamos al modo de combate; sin tiempo de carga alguno ni ningún efecto visual. Lo mismo ocurre al finalizar, que todo regresa a la normalidad instantáneamente. La inmersión y la sensación de Action RPG es total, y todo ello sin renunciar a los puntos de vida, las habilidades mágicas, los golpes críticos, las roturas de guardia y todo lo que debe tener una buena aventura de rol, más si tiene detrás una tradición tan bien forjada a través de todas las generaciones de consolas como es el caso.
Los eikons
Pero si algo más ha estado en Final Fantasy desde los orígenes, eso es, desde luego, las invocaciones. Fénix, Ifrit, Shiva y compañía son en esta ocasión los eikons, una especie de armas de gran poder destructivo que las distintas naciones tienen a su servicio por medio de los dominantes, personas que albergan el poder en su interior y son los únicos capaces de controlarlos.
La novedad esta vez es que no solo aparecen para ayudarnos en combate, realizar sus golpes e irse. En esta ocasión, pelean entre ellos. Los combates entre eikons son un espectáculo visual y sonoro que van a dar lugar a algunos de los momentos más memorables del juego, y durante nuestra prueba pudimos comprobar cómo, con una ligera variación del sistema de combate empleado en el resto del juego se da lugar a batallas impactantes que se sienten como un duelo de kaijus plagado de magia, fuego, hielo…
Con los eikons, el ritmo es en general más lento debido a su enorme envergadura. No obstante, los combates no son solo en el suelo a base de intercambios de golpes. Si algo caracteriza a Final Fantasy XVI es la variedad de experiencias que ofrece, y estos duelos pasarán en ocasiones por distintas fases en las que a lo mejor nos veremos cayendo por un precipicio mientras intercambiamos proyectiles y golpes o veremos secuencias cinemáticas interactivas de todo tipo. Incluso aunque sea otra persona la que está jugando, sentarse a ver el desarrollo de esta nueva entrega será también algo muy absorbente, y es que por su historia, espectacularidad y ambientación, Final Fantasy XVI podría funcionar también como una serie televisiva de grandísima calidad.
Es Final Fantasy
Pero como os decíamos al principio, ninguno de todos estos cambios hace que Final Fantasy XVI deje de ser un Final Fantasy con todas las de la ley, ya que la sensación de cohesión con la franquicia es total a nivel de ambientación.
Ya solo esos amplios escenarios verdes plagados de monstruos nos hacen sentir como en casa, pero es que el espíritu Final Fantasy lo impregnaba todo en la demo que probamos: chocobos sirviendo de monturas por doquier, moguris revoloteando junto a NPCs, refugios donde descansar con su posada, su mercader o su herrero y, en definitiva, todo lo que hace que la saga más venerable del mundo de los RPG siga manteniendo su esencia.
Es una historia compleja de alta fantasía oscura, es uno de los juegos más potentes del catálogo de PS5 y es Final Fantasy. Diversas razones para amarlo; diversas razones para ansiar su lanzamiento el próximo 22 de junio. Nos espera otra experiencia maravillosa.
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