Adéntrate en el universo de Aurora y la historia detrás del cometa Eureka, cuyo misterio podrás descubrir muy pronto en tu PS4.
¡Hola, jugador! Mi nombre es José Luis Tur y soy el creador y diseñador de Aurora’s Journey and the Pitiful Lackey, uno de los juegos que pertenece al programa de PlayStation Talents de este año. Estoy encantado de poder contarte más acerca de nuestro juego, que verá la luz pronto en PS4. ¡Atento!
¿Sabías que en 1908 lo que se creía que era un cometa que se aproximaba a la tierra se fragmentó y cayó a trozos por diferentes partes del mundo? ¿Y sabías que esos trozos resultaron ser partes de una nave espacial extraterrestre? Si has respondido que sí, tienes que dejar de ver tantos programas sobre alienígenas ancestrales, porque eso jamás sucedió en la realidad, pero es lo que nos propone Aurora’s Journey and the Pitiful Lackey.
Y es que el juego nos sitúa en el año 1927, 19 años después de que dichos fragmentos cayeran en nuestro planeta y de los que surgieron unos peculiares seres mecánicos muy tontorrones que la gente bautizó como Robotos. Tontorrones, sí, y también pacíficos, pero eso no evitó que la gente se asustara y huyera despavorida. Claro, años después la sociedad ya se ha acostumbrado a ellos, así que ahí están, intentando integrarse (y habitualmente fracasando estrepitosamente en el intento). Y en este trasfondo tan peculiar aparece Aurora Aylesworth, nuestra protagonista.
Aurora es una chica joven, astrónoma novata, que vive con un roboto al que llama, cariñosamente, Lacayo. Si has tenido un hermano o hermana pequeña sabréis cómo es Lacayo: plasta, pelmazo, no os deja en paz… pero lo queréis porque es vuestro hermano. Y es que Lacayo lleva junto a Aurora prácticamente desde que ella nació, y aún hoy en día no se separa de Aurora ni a la de tres, a fin de cuentas la llama “jefa” y le encanta ayudar en todo (aunque como buen roboto que es, suele pifiarla a menudo).
Pero un día a principios de otoño Aurora recibe un paquete sin remitente. Al abrir el sobre, descubre sorprendida que se trata del diario de investigación de su padre, William Aylesworth. William es un astrónomo, uno de los descubridores originales del cometa Eureka (que, recordemos, resultó no ser un cometa, si no la nave extraterrestre que acabó cayendo en la tierra). Lo extraño de esta situación es que William lleva 4 años desaparecido, salió en un viaje de investigación por las ruinas de la nave Eureka, y jamás volvió. ¿Cómo puede ser que tanto tiempo después le llegue el diario de investigación a su hija? ¿Quién lo envía? ¿Estará William vivo?
Todas estas preguntas tienen respuesta, pero Aurora sabe que difícilmente lo averiguará desde su casa, así que decide salir de viaje junto a Lacayo para intentar retomar los pasos que siguió William durante el viaje por las ruinas de Eureka, apoyándose en la información que aparece en el diario de investigación, y en la ayuda del Profesor Rachmaninoff, un científico algo pirado que es casi como un abuelo para Aurora, especialmente desde la desaparición de su padre.
Y en esa tesitura se nos presenta el inicio del juego, que mezcla mecánicas clásicas de las aventuras, como diálogos con personajes y exploración, con combates de estilo Run&Gun. Aurora cuenta con el Copérnico, un pistolón extraño diseñado por Rachmaninoff que permite a Aurora defenderse. ¿De qué debe defenderse? Buena pregunta, me gusta que estés atento. Pues resulta que unos pocos años antes, de las ruinas de Eureka inexplicablemente empezaron a surgir unas versiones de los robotos deformes, sin conciencia ni inteligencia, y que parecen moverse simplemente por instinto. A diferencia de los robotos no reaccionan a su entorno (motivo por el cual la gente acabó llamándolos informalmente “descerebrados”), simplemente se mueven de un lado a otro sin interactuar con nada… excepto con Aurora. Por algún motivo, cuando ven a Aurora se lanzan a por ella como locos.
Pero no olvidemos que no viaja sola, siempre está acompañada del lacayo. Y sí, cierto, Lacayo es un cobardica de cuidado, pero el Copérnico tiene la capacidad de atraerlo y lanzarlo contra los descerebrados. Por suerte Lacayo es totalmente indestructible, así que nunca recibe daño pase lo que pase, pero Aurora sabe que tampoco debe abusar de él o su dignidad acabará por los suelos. Sí, durante el juego debemos vigilar la dignidad de Lacayo porque si baja demasiado ya no podremos lanzarlo. ¿Quién quiere una barra de energía pudiendo tener una barra de dignidad?
Y a fin de cuentas esto es un viaje alrededor del mundo, así que Aurora debe prepararse bien para ello. Por una parte necesita dinero, que obtendremos gracias a varios minijuegos que podemos realizar en el pueblo de Aurora, como conducir un camión de reparto o escribir relatos (y de los que os hablaremos más extensamente en un próximo artículo). Por otra parte, puede mejorar las capacidades del Copérnico utilizando chatarra descerebrada para aumentar sus prestaciones y que sea mas efectivo contra los enemigos, aumentando su daño, reduciendo su cadencia, añadiendo nuevos módulos que permiten disparos secundarios como agujeros negros o emisores de luz concentrada…
Así que, en resumidas cuentas, lo que nos ofrece Aurora’s Journey and the Pitiful Lackey es un viaje, combates contra cientos de enemigos (y algunos jefazos), personajes interesantes y diálogos que los desarrollan, un estilo artístico colorido y vistoso, y una historia con encanto, humor y algo de drama. Y por supuesto, un lacayo pelmazo que te arrancará más de una sonrisa y probablemente alguna que otra carcajada.
Aurora’s Journey and the Pitiful Lackey llegará muy pronto a PS4. ¡Añádelo ya a tu lista de deseos!
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