Cómo las máquinas de Horizon: Zero Dawn se convirtieron en la especie dominante

Con cada nuevo vistazo que echamos al futurista mundo de Horizon Zero Dawn nos fascina aún más la versión de la Tierra en la que el equipo de Guerrilla Games está trabajando. Un mundo donde la evolución humana ha retrocedido a la época prehistórica; un viaje a un futuro lejano donde los seres humanos han dejado de ser la especie dominante.

En su lugar, se ha consolidado una sociedad de máquinas con terroríficos rasgos alienígenas pero a la vez chocantemente familiares; una mezcla de potencia mecánica y robótica con las reconocibles características orgánicas y naturales de los animales.

Durante una visita reciente a las oficinas centrales de Guerrilla, nos invitaron a echar un vistazo entre bastidores a estas máquinas, que incluía una inmersión en el auténtico proceso de evolución del Shellwalker y una revelación en exclusiva del Snapmaw, una gigantesca máquina acuática que guarda un extraordinario parecido con un cocodrilo gigante.

En este nuevo y exclusivo vídeo, el jefe del estudio, Herman Hulst; el director del juego, Mathijs de Jonge; y el director de arte, Jan-Bart van Beek, nos cuentan cómo las máquinas evolucionaron desde su concepción inicial hasta llegar a ser los superdepredadores de este nuevo RPG de acción.

Los chicos de Guerrilla, una legión de artistas, animadores, diseñadores de sonido y genios de los efectos visuales que están trabajando duro antes de la fecha de publicación del juego el 1 de marzo de 2017, nos enseñan esta evolución en acción.

Tomando los Cangrejos como ejemplo (las irascibles y afanosas máquinas obreras de este ecosistema, que protegen su cargamento con un empeño implacable), observamos el proceso de creación desde sus inicios: se crea un boceto rudimentario de una plataforma andante que transporta cajas de un lugar a otro y se lleva al mundo real para ver cómo la naturaleza se comportaría en esta situación.

Inspirándose en fotografías de cangrejos violinistas y camarones pistola, los artistas adaptan la forma en que estas criaturas recolectan comida, llevan su caparazón a cuestas y se protegen de los depredadores en una serie de bocetos que poco a poco van adoptando la estética de Horizon: Zero Dawn.

Se les añaden las planchas de blindaje, y a partir de ahí la colaboración entre el artista y el animador garantiza el equilibrio entre la naturalidad de los movimientos y el diseño del juego, y que el Shellwalker pueda moverse, atacar y defenderse como lo haría una máquina obrera eficiente, y que sea un serio rival para Aloy.

Antes de esto, pudimos observar en una sesión del juego cómo Aloy se enfrentaba a un Thunderjaw salvaje, cómo dominaba y montaba a un Broadhead salvaje y cómo aceptaba las misiones de los habitantes de este inmenso mundo poshistórico. En esta sesión, Mathijs nos ofreció además la primera ojeada al Snapmaw en su hábitat natural.

Al acecho en las riberas de un idílico valle fluvial, estos cocodrilos mecánicos viven en manadas y, cuando sienten que Aloy se aproxima, se mueven con una velocidad y una fiereza temibles, provocando la devastación con sus enormes mandíbulas y el azote de sus colas.

Al igual que las demás máquinas de Horizon: Zero Dawn, tienen debilidades que Aloy puede aprovechar de forma táctica, aunque no dejan de recordarnos que ningún lugar en este mundo, ya sea en tierra, mar o aire, es seguro para los humanos.