La historia, ambientada antes de los acontecimientos del épico juego de PS4 de este año, amplía el trasfondo de Kratos y sus interacciones con las leyendas nórdicas.
Cuando me hablaron de trabajar en un nuevo cómic de God of War que fuese una precuela del juego que iba a salir para PS4, me entró curiosidad, pero también me sentí algo intimidado.
Lo de la curiosidad fue porque, gracias a los primeros avances promocionales, sabía que el nuevo juego alejaría a Kratos de sus raíces de la mitología griega y lo trasladaría a una nueva ambientación, basada en los mitos y leyendas nórdicos, con los que estoy obsesionado desde niño. Lo de sentirme intimidado fue porque prometía ser un trabajo INMENSO.
Siempre me han encantado las historias que llevan a los personajes de una ambientación, era o género a otra distinta (guerreros samuráis en el antiguo Oeste, vaqueros en la selva africana, etc.). Las posibilidades narrativas de llevar a un personaje como Kratos a enfrentarse a la clase de obstáculos que se pueden encontrar en un mundo lleno de gigantes de hielo y troles me intrigaban demasiado como para no aceptar.
Al mismo tiempo me intimidaba enfrentarme a un personaje tan reconocible y establecido, y participar en una franquicia con unos antecedentes y un alcance tan grandes. Desde el principio estaba claro que lo que tenían en mente Santa Monica Studios y Dark Horse Comics era una precuela directa de los acontecimientos del nuevo juego que debía mantener la continuidad, y yo sabía por otras experiencias en proyectos similares que eso significaba tener en cuenta muchas variables.
Afortunadamente, todo el mundo implicado en el proyecto, desde mi colaborador gráfico, Tony Parker, hasta el equipo editorial de Dark Horse, pasando por Cory Barlog y el resto del equipo de Santa Monica Studios, siempre estuvieron ahí para ayudar a dar vida a la historia.
Había esbozado ya las líneas básicas del argumento durante mi primera conversación con Spencer Cushing, de Dark Horse, el primero que me habló del proyecto, pero me llevó un tiempo decidir si tenían sentido en cuanto a continuidad con el nuevo juego.
Me enviaron una cantidad enorme de documentación acerca de lo que el equipo de SMS había creado hasta ese momento, desde dibujos hasta elementos del mundo, pasando por trasfondos superdetallados de los personajes. Me enteré de que los antagonistas que había pensado usar en el cómic precuela ya se habían incorporado al juego.
Pero también me di cuenta de que mis historias favoritas de la mitología nórdica aún no se habían usado, así que lancé una batería de preguntas al equipo de SMS para ver qué pensaban y ellos me enviaron un montón de ideas propias, y a partir de ese punto fue cuando la historia tomó forma rápidamente.
En las etapas finales, tuve varias conversaciones muy productivas con Cory y el equipo que me ayudaron a darle el máximo protagonismo a Kratos y a enlazar de verdad nuestra historia previa con el viaje emocional del personaje en el nuevo juego. Por último, enviamos los guiones a Tony para que hiciera el trabajo duro de darle vida al texto.
Y ahora toda esa labor ardua se va a ver por fin recompensada cuando los lectores vean lo que hemos creado. Espero que todo el mundo que haya disfrutado con el nuevo juego lea el cómic precuela ¡y también disfrute con él!
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