Cinco formas inesperadas en que Destiny 2 cambia respecto a la primera entrega

Desde que le pusimos por primera vez las manos encima a Destiny 2 en mayo, no he tenido la menor duda de que Bungie ofrecería mucho de lo que esperamos en una secuela. La misión de inicio de la campaña era una montaña rusa que dejaba pequeña a cualquier misión principal del primer juego. Los cambios en el Crisol, desde el número de jugadores hasta los modos de juego y los indicadores en pantalla, parecían inteligentes y ofrecían pequeñas mejoras a lo que ya era un gran sistema JcJ. Pero ¿y todo lo demás? ¿Qué pasa con el resto del tejido conectivo?

Pues bien: tras viajar a Bellevue y pasar unas horas en la Zona Muerta de Europa, una de las cuatro áreas más importantes de la secuela, me complace anunciar que parece un juego totalmente nuevo. Si consideramos las ubicaciones principales del primer Destiny como un yate, la Zona Muerta de Europa es todo un crucero: enorme, lleno de actividades, áreas ocultas y pistas narrativas. En una palabra, parece viva. Estas son las novedades:

1. El mapa

¡Porque hay un mapa! El nuevo mapa, al que podéis acceder desde vuestro Espectro en cualquier momento, será vuestra guía del planeta en el que os encontréis y de los mundos más allá. Os proporciona información geográfica general de la región, y podréis serviros de él para guiaros por las misiones, áreas de interés y eventos cercanos.

Puede parecer un añadido sutil, pero, junto a las nuevas actividades de cada zona, reduce de forma drástica el tiempo que transcurre entre la última actividad completada y el siguiente destino para vuestro equipo. En pocas palabras, gracias a él es mucho más fácil encontrar al momento algo divertido que hacer.

¿Sabéis qué es lo mejor? Que los eventos públicos en curso, y los que están por llegar, se muestran a la derecha del mapa. Marcadlos como puntos de ruta y subíos a vuestro Sparrow. Podéis descartar tranquilamente vuestro algoritmo temporizador de eventos casero.

2. Aventuras

Las aventuras son totalmente nuevas en Destiny 2 y están entre los contenidos más jugosos de la Zona Muerta de Europa. El equipo de guionistas de Bungie las describe así: “Si la campaña es una novela, las aventuras son cuentos cortos”. Por lo que he visto al jugar, la descripción encaja.

En esencia, las aventuras son misiones secundarias que podéis llevar a cabo mientras exploráis el mundo. Se componen de partes guionizadas, personajes familiares, doblaje y elementos narrativos que parecen comparables a algunas de las misiones de la campaña principal de Destiny 1, aunque sin alcanzar los niveles rimbombantes de la campaña de Destiny 2, según lo visto en la primera misión que jugamos en la beta. En vez de centrarse en la trama principal de Destiny 2, cuentan historias de menor calado que amplían un poco más la información sobre el mundo en el que estáis y los personajes que habéis conocido. Y ya que entramos en el tema…

3. Devrim Kay, Guardián de la ZME

Devrim Kay es el PNJ principal de la Zona Muerta de Europa, y actúa como guía en muchas de las aventuras en las que os embarcaréis dentro de ella. Está emplazado en lo alto de un campanario con su fiel fusil de francotirador y la forma seca que tiene de hablar con ese acento suyo de Europa occidental hizo que me encariñara al instante con él y quisiera saber más sobre su pasado y su relación con el resto de los personajes del juego.

También actúa como una especie de jefe de facción de la ZME, por lo que recibís insignias de la zona y diversos recursos almacenados por todo el mundo a cambio de puntos de reputación con su facción. Si obtenéis los suficientes, os acabará entregando su propia versión especial del engrama legendario, que contiene armas y equipo personalizados, a juego con su estética personal deportivo-posapocalíptica.

Y lo más importante acerca de Devrim: nunca sentí la necesidad de hablar con él para saber qué hacer a continuación, de eso ya se encargaba el mapa. Solo iba a verlo para recibir las recompensas.

4. Los sectores perdidos y los cofres regionales

Mientras que los eventos públicos y las aventuras pueden ser puntos de ruta localizables, el mapa de Destiny 2 también contiene actividades menos evidentes: los sectores perdidos y los cofres regionales. Se indican mediante pequeños iconos no localizables y a menudo enigmáticos, y animan a los jugadores a explorar lugares que de otro modo tal vez nunca visitarían.

Los cofres regionales son lo que su propio nombre indica: cajas ocultas identificadas de manera especial, normalmente provistas de insignias de la ZME y botín diverso. A menudo requieren que el jugador recorra entornos que la mayoría pasaría por alto. Recuerdan a los cofres de oro del Destiny original, aunque sus recompensas no se limitan a botín para personajes de nivel bajo. En su lugar, proporcionan bonificaciones de facción e insignias de la ZME.

Los sectores perdidos tal vez sean lo que más me ha gustado de la ZME. Son zonas ocultas que exigen a los jugadores que se adentren en complejos sistemas de drenaje o laberintos de cavernas para poder encontrarse con un gran número de enemigos y, lo que es más importante, un botín realmente grande. Este botín solo puede abrirse derrotando al enemigo de élite con nombre propio que protege la zona y obteniendo los códigos del tesoro del sector. Encontráis el sector, vencéis al jefe, conseguís los códigos del tesoro y el botín es vuestro. ¡Que empiece el baile!

5. Eventos públicos y una pequeña ojeada a los eventos públicos heroicos

Obviamente, los eventos públicos no son ninguna novedad de Destiny 2. No obstante, en muchos aspectos consiguen parecer nuevos y distintos de todos que jugué (que fueron muchísimos) en el juego original.

Como ya he dicho antes, el mapa muestra exactamente dónde y cuándo se producen los eventos públicos, aunque ahora disponen de objetivos secretos que, si descubrís y completáis, desbloquearán una versión heroica de dicho evento. Completadla también y conseguiréis un enorme aumento de experiencia, y quizás incluso algún que otro botín épico.

En ninguna parte se indica al jugador cuáles son los requisitos de estos objetivos ocultos. Os toca experimentar y explorar por vuestra cuenta. No quiero arruinarle la sorpresa a nadie, así que digamos únicamente que los guardianes que triunfaron en los asaltos heroicos del Destiny original podrán ir haciéndose una ligera idea sobre por dónde empezar.

Faltan menos de dos semanas para el lanzamiento, y mis peores temores acerca de Destiny 2 ya se han quedado en el olvido. Las mecánicas principales siguen siendo estupendas, con unos controles que responden a la perfección y un arma que, en mi opinión, cumple su cometido de manera impecable… solo que ahora el mundo parece vivo de un modo al que el primer juego solo podía llegar a aspirar. Si la Zona Muerta de Europa es un aperitivo de cómo serán las demás áreas del juego, Destiny 2 va a ofrecer muchísimas novedades. Qué ganas tengo de ponerme ya con él.