El director creativo Cory Barlog se reune con Emmanuel Mojica Rosas de Mexico.
Hola a todos los fans de PlayStation. Llego hasta vosotros como en una niebla a consecuencia de la privación de sueño y con una sustancial cantidad de cafeína en el cuerpo para poder terminar este juego.
Mientras que juego con él me doy cuenta de lo increíblemente afortunado que soy de ser capaz de hacer cosas que (espero) hagan a la gente feliz. Hemos testeado el juego exhaustivamente pero aún, como equipo, estamos bastante desconectados con respecto a los jugadores y fans que a lo largo de los años de desarrollo de un juego como este nos han seguido. Aunque el tiempo que pasamos con los testeadores nos dan una impresión de lo que funciona y lo que no, la oportunidad de sentarse y pasar tiempo con un fan apasionado nos ayuda a poner muchas cosas en perspectiva.
Justo antes de que anunciáramos el juego en el E3 tuve la oportunidad de compartir God of War con un superfan de la saga, Emmanuel Mojica Rosas que vino desde Xalisco Nayarit, México. En aquel momento probablemente era cuando más trabajo y más estrés tenía, pero aún así estaba muy emocionado de conocer a este tipo y escuchar su viaje con God of War y ver cómo reaccionaba al ver hacia dónde llevábamos el juego.
Primero porque sé lo mucho que le gusta a la gente de latinoamérica God of War. Tanto que quiero salir ahí fuera para conocer a más gente cuando se acerque el día del lanzamiento del juego. Segundo, porque trabajo al servicio del público y todo lo que hago, cada decisión que tomo, está orientada a dar al jugador la mejor experiencia posible. La historia y el corazón de este viaje viene de dentro, dándonos cuenta de la infinita tenacidad y creatividad de un equipo increíble; pero la experiencia última es la que crean meticulosamente aquellos que juegan el juego final.
Como creador, el ser capaz de hablar sobre el juego con alguien como Emmanuel, cuya vida ha sentido el impacto de God of War, era algo muy especial.
Este proyecto me dio una oportunidad de trabajar con Annie Sundberg y Ricki Stern, dos directores de increíble talento cuyos trabajos anteriores (In My Father’s House y The Devil Came on Horseback) me encantan. Es emocionante ver cómo se hacen con el concepto, lo hacen suyo y me sorprenden con el resultado final.
Al final creo que me hice buen amigo de Emmanuel. Me inspiré con su enorme positividad y tenacidad para superar cualquier desafío de la vida y me hizo darme cuenta de que me encantaría contactar con más fans de todo el mundo.
(Ahora vuelvo a mi mesa para trabajar fervientemente en el juego con el equipo).
Cory
Emmanuel además hizo un fabuloso vídeo de agradecimiento que merece la pena ver:
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