Explorando Rise of the Tomb Raider en PlayStation VR

La semana pasada estuvimos probando Rise of the Tomb Raider en un evento para prensa celebrado por Koch Media y conducido por Megan Mairie, Community Manager del estudio Crystal Dynamics, quien nos presentó las novedades de esta entrega para después dejarnos probar el modo campaña y el modo Lazos de Sangre a través de PlayStation VR. Nuestros compañeros ingleses de PlayStation Blog también han vivido en primer persona la inmersiva experiencia que supone vivir las aventuras de Lara Croft en primera persona, de modo que antes de contaros nuestras sensaciones con los primeros minutos del juego, vamos a hacer un repaso o lo más destacable del artículo que ellos han publicado. Nosotros, desde luego, estamos bastante de acuerdo.

Gillen McAllister, Content Producer de Sony Interactive Entertainment Europe.

Nos adentramos en la bodega de la Mansión Croft y titubeamos al dar el siguiente paso. El entorno es frío, húmedo y oscuro. Una pequeña ventana al final del pasillo no consigue iluminar el interior del hogar en el que Lara pasó su infancia. Hay sombras y telarañas por todas partes y un temblor recorre involuntariamente nuestra espina dorsal. Para ser sinceros estamos un poco asustados. Este es el verdadero poder de inmersión de PlayStation VR.

Lazos de Sangre es un modo puramente de exploración, aunque puedes volver a visitar este lugar en Pesadilla de Lara, una variante llena de zombis y acción. Y aunque Lazos de Sangre también se puede jugar en tercera persona, como mejor se vive es con PlayStation VR. Dicho esto, conviene probar ambos modos para ver mejor la diferencia.
La ya mencionada bodega es tan agobiante que casi podemos oler la humedad. Por contra, las habitaciones centrales de la mansión proporcionan una sensación de enormidad que casi impide distinguir el techo entre la oscuridad. VR engaña a tus sentidos para que creas estar en un sitio mucho más grande que la pequeña sala en la que nos encontramos realmente. Fuera hace calor, pero casi sentimos el frío del entorno a medida que caminamos.

PS VR añade una dimensión extra a la interacción con los objetos. Coger uno y girarlo, y examinarlo para buscar pistas supone un minipuzle en sí mismo, y aporta una sensación táctil que te sumerge aún más en el mundo de Tomb Raider. ¿Un buen añadido? El mando también se convierte en una linterna que podemos mover libremente al entrar en zonas oscuras.
Y aunque no podíamos tocar nada, éramos capaces de apreciar el increíble grado de detalle logrado en cada rincón de la mansión hasta tal punto que nos quedamos durante un minuto estudiando una pintura e inspeccionando sus pinceladas. La arqueología se convirtió en crítica artística, algo que seguro no figurará en la parte trasera de la caja.

El modo historia, por su parte, es un espectáculo visual sin precedentes. Durante nuestra prueba pudimos ver el comienzo de la aventura de Lara en medio de una ventisca en la montaña y vivir escenas llenas de acción y momentos de gran angustia de los que Lara salía indemne por los pelos gracias a sus piolets. Todo está recreado de manera asombrosa: la nieve, las avalanchas, el paisaje… y el viento casi te hace sentir el frío en tus propios huesos.

El siguiente escenario al que nos llevaba la historia era Siria; muchísimo más caluroso pero igualmente peligroso como se encargaba de recordarnos un helicóptero de la milicia local durante nuestra travesía en Jeep. A partir de aquí, el viaje era algo más tranquilo que lo había sido anteriormente durante nuestra escalada, pues esta era una fase más de exploración, investigación y resolución de puzles. Aún así, había momentos para la tensión y el agobio, y es que atravesar una gruta plagada de escorpiones le deja mal cuerpo a cualquiera.

Naturalmente no podemos valorar este Modo Historia de manera más global tras haber vivido únicamente el comienzo del viaje de Lara Croft, pero aún así fue suficiente para que Rise of The Tomb Raider presentara sus cus credenciales, que son gráficos excepcionales, unos efectos especiales de auténtico infarto y una jugabilidad que sabe perfectamente cómo hacernos pensar y sufrir (en el buen sentido) a la vez. ¿Os imagináis vivir esto a 4K con PS4 Pro? A nosotros ya se nos hace la boca agua.