Hace pocos días tuvimos la ocasión de asistir a la presentación española del nuevo Mortal Kombat en las oficinas de Warner Bross. Como no puede ser de otra forma estuvimos probando el juego, pero ¡ah! Sorpresa allí estaban también Hans Pui – Chung Lo y Erin Ed Piepergerdes, sus productores. En una considerable sala de proyecciones nos estuvieron mostrando las características principales de esta novena entrega de la saga que, sin embargo pretende regresar a los orígenes como muestra el propio título: Mortal Kombat. Nada de frases adicionales o números romanos detrás; sencillamente Mortal Kombat, y eso es una buena noticia para todos los fans.
La presentación empezó con una pregunta de Hans Pui dirigida al auditorio: “¿quién ha jugado alguna vez a los tres primeros, a los originales? Como no podía ser de otra forma varias manos se alzaron, lo que congratuló en gran medida al productor. “Me alegro de que sea así, porque en este Mortal Kombat hemos intentado integrar y poner al día todos los contenidos más reconocibles de los tres primeros”. No mentía, desde luego. Casi se me saltan las lágrimas de la nostalgia al ver de nuevo a Liu Kag, Mileena, Jax, Kung Lao, Reptile y compañía peleando a muerte en escenarios tan míticos como ese tenebroso andén de metro en el que tantos y tantos combatientes murieron atropellados.
Lo primero que vimos fue una pelea entre un viejo conocido, Cyrax, y el debutante Noob Saibot, el hermano mayor de Sub Zero y que por primera vez hace acto de aparición en la saga. Tras un intercambio de golpes entre ambos productores, Erin dejó a su rival en la siempre apetecible situación de Finish Him. En ese momento pausó el juego para consultar en la lista de movimientos el comando necesario para rematar a su rival dando así muestra de que para bien o para mal los tiempos han cambiado. Tras realizar la pulsación de botones un par de veces debido a una equivocación quedaron dos cosas claras; la primera que como dijo el propio Hans Pui “fatalities are back” y la segunda que ahora son más fáciles de realizar que en nuestros tiempos mozos. Nos quedaremos sin embargo con lo primero. Cyrax sacó una sierra giratoria de su mano y con ella le hizo varios cortes a su rival para después despedazarlo de un puñetazo. ¿Os gusta como suena? Bien, pues ese es de los suaves. Los demás no se andan con tanta tontería. Jax arranca brazos y explota cabezas cual globo con sus brazos biónicos, el citado Noob Saibot hace brotar un clon que le ayuda a tirar de las extremidades objetivo y partir al derrotado en dos. ¡Espíritu Mortal Kombat en estado puro! Aunque seguramente más bruto que de costumbre.
El juego vuelve además a los orígenes en cuanto a presentación y estilo. Se recupera la lucha bidimensional aunque adaptada a los tiempos que corren mediante el hábil empleo de los polígonos y las texturas, con lo que en realidad hablamos de unos 3D camuflados muy en la línea de los que ya han puesto en nuestras pantallas otros clásicos de hoy como por ejemplo Street Fighter IV. Los productores estuvieron comentando que los coqueteos de la saga con la verdadera tridimensionalidad no han terminado nunca de gustar a los usuarios, como demuestra el paso sin pena ni gloria por consolas de entregas como Mortal Kombat IV o Mortal Kombat Deadly Alliance. Así pues, a la hora de jugar se recuperan muchas de las sensaciones de antaño con muchos de los golpes característicos de la recreativa original: tanda de puñetazos directos a la cara, barridos que hacen caer al oponente de espaldas y brutales uppercuts.
Lo que también quisieron dejar claro los chicos de Netherrealm Studios es que aunque aporrear botones sin sentido sea siempre posible han querido crear un juego con buena curva de aprendizaje y donde saber luchar importe. De hecho, como ellos mismos contaron, durante algunas semanas luchadores profesionales estuvieron en el estudio probando el juego y dando sus opiniones y puntos de vista. Esto da un toque más profesional a los combates sin olvidarse nunca jamás del frikismo puro y duro. Aunque este Mortal Kombat siga la estela de la trilogía clásica hay novedades entre las que destacan los combates por equipos de dos y las barras que aparecen en la esquina inferior de la pantalla. Con ellas es posible realizar poderosos golpes capaces de fracturar huesos cual galletas y de realizar acciones específicas que también convendrá saber utilizar.
Sobre el tema de los fatalities salta a la vista que la idea ha sido la de hacerlos accesibles a todo el mundo. Ahora son más sencillos de realizar, pues la cruceta de control ofrece mayor margen de error que el de hace años y además la cantidad de tiempo que el rival está tambaleándose es también muy alta. De todos modos, para seguir preservando el secretismo que tenía la saga antiguamente respecto a ese asunto la mayoría de los fatalities estarán bloqueados en la lista de movimientos hasta que el jugador consiga revelarlos. Esto no quiere decir, no obstante, que un fatality no descubierto no se pueda realizar. Si por ejemplo un amigo conoce los comandos a propiados y te los dice tú también podrás arrancar cabezas a gusto.
Luego, para rematar la faena regresan también muchos modos de juego bien conocidos por todos los jugones de los noventa. Entre los que encontraremos el típico “test your might” consistente en romper piedras, tablas y hasta yunques de un golpe. Además se suman a la fiesta otros tantos, como por ejemplo “test your strike” o “test your luck”, este último ofrece una divertida serie de retos donde una ruleta determinará las condiciones del combate: poner el escenario al revés, aumentar la gravedad o mermar tus habilidades son algunos ejemplos de lo que podremos esperar. Y por último, un añadido interesante; el modo Challenge Tower, donde deberemos superar un total de 300 pruebas de todo tipo. Los desarrolladores afirman que nadie en el estudio ha conseguido superarla a la primera. ¿Aceptáis el reto?
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