Desde el pasado día 16 tenéis disponible en PS Store la demo del nuevo Mortal Kombat, que Warner Bros. Interactive Entertainment está cociendo para servirnos bien calentito y con añadido extra de salsa de tomate el 21 de abril.
Con el objetivo de recuperar la gloria del pasado y poder competir con los grandes del género en la actualidad, NetherRealm Studios ha puesto al día todos los conceptos de Mortal Kombat y volviendo a los orígenes de una manera sutil ha adaptado el mito de los noventa a los tiempos que corren. Y desde luego todo lo que hemos visto hasta ahora nos suena, y mucho. Esas patadas bajas con zancadilla, esos brutales uppercut que llenan la pantalla de hemoglobina y sí, por supuesto, eso que siempre espera todo fan de la saga y que va trás esa voz tenebrosa que grita de manera entusiasta ¡Finish him!
Mortal Kombat en este 2011 se enfrenta a un problema similar al que hace unos meses tuvo que solventar Splatterhouse. El siglo XX ha pasado y lo que antes era una violencia desafiante, que generaba estupefacción entre adolescentes y chirridos de dientes en mayores es ahora el pan de cada día. La sangre es hoy día elemento intrínseco a montones de videojuegos, y cortar un brazo ya no escandaliza a nadie, de modo que ¿qué hacer?. Pues fácil, mostrar a mitad del combate imágenes de fracturas óseas y elevar la brutalidad de los fatalities hasta límites desconocidos para el homo ludens. Por poner un ejemplo práctico; si antiguamente Mileena succionaba a su adversario y escupía los huesos ahora no se anda con zarandajas. Ahora le clava los sai, le arranca la cabeza, rebaña sus carnes con los dientes cual pulpa de naranja y muestra sus encantos a la cámara estilo gore erótico festivo. Vamos, que el nuevo Mortal Kombat es salvaje, cruel y despidado, aunque como viene siendo también seña de identidad en la franquicia los pequeños gags cómicos siguen presentes. No podemos ver muchos en esta demo, pero por ejemplo el clásico golpe en la entrepierna de Johny Cage y la posterior reacción del contrincante impactado da una buena muestra de intenciones. Y si no que se lo pregunten a Goro en aquella gran película de 1995 que todos hemos visto varias veces.
Pero bueno, mitos y nostalgia aparte ¿qué tal se comporta este Mortal Kombat como juego de lucha? Pues bastante bien aún con las limitaciones propias de su propia historia. Es decir, todos los que llevéis años jugando ya imaginaréis que los personajes de Mortal Kombat no son tan ágiles como pueden ser los de Street Fighter ni tan variados en cuando a animación y estilo como los de Tekken. Pero hombre, aún así el juego presenta sus virtudes, entre las cuales podríamos contar la gran cantidad de combos, habilidades y ataques especiales que posee cada luchador, lo cual da lugar a combates más heterogéneos y a mayores posibilidades tácticas respecto a las versiones antiguas. Cierto es que durante estos años ha habido varias entregas tanto en PSOne como en PS2 e incluso en la mismísima PS3, como ese peculiar cross over que fue Mortal Kombat vs. DC Universe. Sin embargo, preferimos hablar de este Mortal Kombat en relación al juego original de recreativa y las entregas de 16 bits. Sencillamente porque en esta ocasión se ha intentado volver a los orígenes tal y como demuestra el propio título del juego; totalmente carente de añadidos y coletillas adicionales. Esto es Mortal Kombat, con sus cualidades de antaño y sus fatalities. Punto. Estamos ansiosísimos por hacernos con la versión final y ver todos los personajes y modos de juego.
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